La deuda del Ayuntamiento de Galapagar se dispara

Aunque los expertos consultados por Cambiemos Galapagar estimen que el problema principal no es en sí mismo la deuda, sino la capacidad de hacer frente a la misma y la previsible situación de bancarrota en el que puede estar el Ayuntamiento, es necesario recordar que la Cámara de Cuentas ya advirtió el año 2014 al Ayuntamiento que sus cuentas municipales disponían de una deuda oficial y de otra ‘secreta’. ¿Dónde está el truco?: en el concepto de la palabra deuda.

En sus cálculos el alcalde toma en cuenta el protocolo de déficit excesivo (PDE) que no incluye ciertos pasivos (préstamos), por lo que resulta una cantidad inferior a lo que se podría llamar deuda real. Y si nos atenemos a los datos reales, comprobamos que el gobierno municipal del PP solicito cuatro préstamos bancarios para poder pagar servicios básicos, ayudas sociales y facturas que se debían desde el verano de 2015, por un importe de 5.050.000 euros. Esto supone un aumento considerable de la deuda ‘real’ municipal, cantidad similar al coste de la nueva sede del Ayuntamiento.

Además, tampoco está incluida en esta deuda oficial el dinero que todavía debe el ayuntamiento a algunos agentes externos, lo que en terrenos económicos se conoce como ‘morosidad’.

Este maquillaje datos nos lleva a pensar que o bien se utiliza para justificar ante los ciudadanos una deplorable gestión del dinero público, o bien para justificar la no bajada de impuestos que ha venido solicitando Cambiemos Galapagar desde el inicio de la legislatura.

Todos los vecinos tienen derecho a conocer con precisión cuál es la situación económica y financiera real de nuestro pueblo. Por ello reiteramos la necesidad de realizar una fiscalización de las cuentas municipales más allá de los indicadores básicos, como regla de gasto y estabilidad presupuestaria.

Es preciso que la Cámara de Cuentas ejerza una función fiscalizadora y verifique que la contabilidad oficial del Ayuntamiento refleja correctamente la realidad económica de las arcas municipales.

Y que una cosa es lo que nos cuenta el señor alcalde, y otra bien distinta son los datos. Y él los conoce bien, por eso es indignante que recurra al maquillaje de las cuentas para encubrir su pésima gestión económica.