El 28 y 29 de mayo se podrá visitar el yacimiento arqueológico de La Cabilda
martes 10 de mayo de 2016, 20:52h
El pasado día 9 comenzaron la tercera excavación arqueológica en el yacimiento de La Cabilda, que se extenderá hasta el 3 de junio. En esta edición además habrá unas Jornadas de Puertas abiertas; en concreto, los días 28 y 29 de mayo se llevarán a cabo visitas guiadas gratuitas al yacimiento.
Como complemento, los sábados 14 y 21 de mayo y 4 de junio se han organizado talleres infantiles gratuitos para sentirse “Arqueólogo, por un día”. (Más información e inscripciones en la web del Ayuntamiento de Hoyo de Manzanares).
En las primeras excavaciones se exhumaron los restos de un edificio de los más de veinte que forman una aldea fechada entre los siglos VI y VIII d.C., en la Antigüedad Tardía o Época Visigoda. Las estructuras se caracterizan por su construcción en mampostería de granito local y sus cubiertas de grandes tejas que, en muchos casos, cuentan con marcas. En el interior, hogares que aportarían fuego para cocinar, luz y calor. A través de los materiales recuperados, el Equipo A de Arqueología ha podido conocer algunas de las actividades que se desarrollaron en este primer edificio y en su entorno más próximo. Hay objetos muy funcionales que se utilizarían para actividades diversas, como los cuchillos. Conocemos la molienda a través de morteros y molinos de mano, relacionados con la alimentación de personas y animales, entre otros posibles usos. Otros objetos corresponden a actividades más complejas, como el intercambio o comercio, documentado a través de una pesa o ponderal, o de un lingote de hierro. Gracias a la aparición de una carda y un volante de huso, se deducen procesos de cría de ovejas o cabras, el cardado de su lana y la confección de hilos. Finalmente, objetos de uso personal ofrecen información sobre las gentes que habitaron esa casa, como el gran pendiente con cuentas, el anillo con invocación cristiana y la aguja de una hebilla de cinturón.
El material arqueológico más abundante es la cerámica. La reconstrucción de formas, a través de un laborioso pegado de los muchos fragmentos que se recogen, ha permitido conocer una parte de su vajilla de almacén, cocina o mesa, y las características de las vasijas y sus decoraciones permiten fechar el edificio, pues corresponden a modelos y decoraciones propias de los siglos VI al VIII d. C.
Este momento histórico y el poblamiento en el pie de la Sierra de Guadarrama va siendo mejor conocido gracias al trabajo en este importante yacimiento, que se suma a los realizados en yacimientos próximos de Colmenar Viejo como Navalvillar y Navalahija o en el Cancho del Confesionario en Manzanares el Real.