El cuartel de la Guardia Civil de Galapagar víctima de las termitas
La plaga se detectó y denunció hace casi tres años, sin que aún se haya resuelto el problema
sábado 12 de marzo de 2016, 20:41h
Una plaga de termitas lleva desde hace más de dos años devorando la madera y cuanto encuentran a su paso en las dependencias del cuartel de la Guardia Civil de Galapagar. Este hecho, que tanto preocupa a los que habitan este acuartelamiento, fue denunciado a comienzos del año 2013 y a día de hoy afecta ya al noventa por ciento de las viviendas de una decena de familias, concretamente a los que viven en las adosadas. El problema ha adquirido tal dimensión que hasta algunos agentes se han llegado a dar de baja psicológica para el servicio, lo han pedido el traslado, al no poder soportar la presencia de estos insectos y de alguna que otra rata que se deja ver por los aledaños del cuartel.
La AUGG- Madrid lleva meses denunciando esta deplorable e insostenible situación de insalubridad. El alcance de la plaga afecta a puertas y ventanas, totalmente carcomidas y podridas y, también a paredes y mobiliario.
“De nada ha servido que los agentes del puesto principal hayan dado traslado por escrito en varias ocasiones de esta situación, por los cauces reglamentarios, a los responsables del Instituto Armado. Hasta ahora nadie les ha resuelto nada. Y ante la inacción de los mandos, según la AUGC, un grupo de parejas de los agentes que habitan estos pabellones acudió en julio pasado al Ayuntamiento de Galapagar para denunciar el estado de las instalaciones. El Alcalde les dio buenas palabras, comprometiéndose a tomar cartas en el asunto si no lo hacía la Guardia Civil, pero todo siguió igual. La Comandancia había indicado en mayo de 2015 que se había pedido un presupuesto para erradicar este problema y su respuesta, según la AUGC, fue: “Nos dijeron que eran necesarios 30.000 euros para acabar con la plaga, pero a día de hoy sigue persistiendo el problema”.
El comienzo de esta plaga de termitas se remonta a principios de 2013, cuando el personal afectado remitió un escrito a la Primera Compañía de Collado Villalba y esta, a su vez, lo envió a la Comandancia de Tres Cantos, con un reportaje fotográfico. Sin embargo esta información no fue enviada a la oficina de riesgos laborales, por lo que no se tomó determinación alguna. Con el tiempo, obviamente, la gravedad se ha acentuado y la situación ahora mismo resulta insoportable.
El alcalde galapagueño, Daniel Pérez Muñoz, en su visita esta semana a la Delegada del Gobierno de Madrid, entre otros asuntos, le plateó la situación por la que atraviesa el cuartel de Galapagar y esta dijo que tomaba nota del asunto. ¿Tardarán otros tres años en solucionarlo?. Para entonces igual las termitas se han cargado el edificio.
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