En dos palabras: tripartito no

Como a otros muchos villalbinos, me preocupa el futuro de nuestro pueblo, y por eso confío en que ese presunto ‘tripartito’, o lo que sea, no tenga mucho futuro. Lo contrario resultaría nefasto para el interés general de una ciudad que aún sigue con muchas heridas abiertas. Los experimentos, con ‘gaseosa’, y si no, recuerden lo que pasó hace ocho años en Galapagar, origen de una quiebra política y económica que aún sigue abierta. Por todo esto, y por la ética que han demostrado algunos de nuestros políticos, estoy cada vez más convencido de que será el Partido Popular el que, al final, terminará asumiendo la responsabilidad de gobernar nuestro Consistorio. Lo mismo diría del PSOE (caso de que los socialistas fuesen el partido más votado), porque cualquier otra propuesta política, carente de ideología y avalada por las nuevas formaciones emergentes, sólo serviría para hipotecar aún más la ya de por sí débil hacienda local. Conviene recordar que fue el PP, durante la legislatura que ahora toca a su fin, el que logró, con una labor de ‘hormiguita’, reducir sustancialmente el déficit heredado del gobierno presidido por José Pablo González, quien, emulando a la ‘cigarra’, despilfarró el dinero de todos los vecinos en absurdas obras faraónicas (más de 100 millones de euros). Ni siquiera el varapalo de la ‘Operación Púnica’, que acabó con la dimisión del hasta entonces alcalde, Agustín Juárez, ha impedido que una mayoría significativa de villalbinos volviese a depositar su confianza en la candidatura ahora liderada por la doctora Vargas, consiguiendo nueve concejales, por cinco del PSOE. Así, y por segunda vez en el actual periodo democrático, el Partido Popular se convertía en la formación más votada en la capital de la Sierra (sumaron 8.155 votos, 2.900 más que los socialistas), poniendo con ello fin a la denominada Aldea Gala.

Al Ejecutivo presidido durante este último semestre por Mariola Vargas, que sustituyó en la Alcaldía a Agustín Juárez -a quien una encuesta realizada el pasado mes de abril figuraba como el político local más valorado-, se le ha agradecido sobre todo la estabilidad mantenida durante esta compleja legislatura a través de un trabajo eficaz y positivo para los intereses municipales. Se mire como se mire, y critique quien critique, ahí están los resultados. No obstante, hay que reconocer que el PP, aun siendo el partido más votado, necesitará de apoyos puntuales y de mucho consenso para poder gobernar el Ayuntamiento en solitario. Quien quiera compartir esa compleja tarea, lo lógico es que a partir del 13-J tenga que hablar con Mariola Vargas. Lo contrario pasaría por arrebatarle la ‘poltrona municipal’ a través de ‘tripartitos’ u otros acuerdos de dudoso futuro, sustentados sólo en el deseo de experimentar las ‘mieles’ del poder. Dejemos pues las cosas como están y respetemos democráticamente la voluntad del pueblo expresada en las urnas.