El ‘show’ esperpéntico de Esperanza Aguirre
Capitán Possuelo
lunes 24 de noviembre de 2014, 12:37h
No es normal el comportamiento de Esperanza Aguirre. No es normal su desafortunada puesta en escena. No es normal salir a todas, a embestir a todo, a no dejar pasar un día sin hacer algún tipo de declaración estrambótica. Un dislate.
No es normal que sus seguidores siempre hayan dicho de ella que es una mujer singular. Por el amor de Dios. Debe haber cambiado el significado de ‘lideresa’ y yo no me he enterado. Pero la semana pasada, su singularidad se pasó 14 pueblos y creo, además, puso en ridículo al PP de Madrid, del que aún es presidenta. Y es que nunca pensé que Esperanza Aguirre llevaría su esperpéntica puesta en escena hasta la ocurrencia de ‘examinar’ públicamente a afiliados del partido que aspiran a crecer políticamente ante una especie de ‘Tribunal de Honor’ del propio partido y en plaza pública. Creo que alguien cercano a la señora Aguirre debería decirle que así no se hacen las cosas. Que lo que ella hizo, además de esperpéntico, es humillante. Pero claro, ¿quién lo hace? ¿Quién le dice a la señora Aguirre que está equivocada? En el PP de Madrid está pasando como cuando se murió Lenin. El problema no era que hubiera muerto, sino quién se lo decía. A esta situación se está llegando. Vamos a ver, señora Aguirre, eso que quiere hacer usted en toda la Comunidad y que ya ha hecho con Mariola Vargas, porque aspiraba a ser alcaldesa de Collado Villalba, es una patochada, por mucho que piense que es una genialidad. Una estupidez y, además, denigrante. Lo único que ha demostrado usted es que la señora Vargas es una buena mujer, incluso, se ha mostrado tan acongojada por el miedo a quedar mal ante ese ‘Tribunal de Honor’ que cualquiera que lo haya visto la rechazaría como alcaldesa. Pobre. ¿Qué esperaban que contestase la buena señora? ¿Acaso pensaron que diría que cuando fuese alcaldesa se lo iba a llevar crudo?.En política, como en la mayor parte de las cosas de la vida, ya todo está inventado. Y este ardor guerrero por el que transita Esperanza Aguirre contra la corrupción está también inventado. Lo hacen en Estados Unidos desde hace mucho tiempo. Lo hacen los partidos políticos sobre sus candidatos y hasta los propios candidatos a sí mismos. Pero Aguirre lo hace en privado. Con discreción, Que nadie sepa su sufrir. No como sufrió Mariola.
Los políticos americanos hacen lo que Esperanza Aguirre no hizo con Granados. Allí, en esa sociedad tan criticada, cuando uno aspira a algo en política los partidos piden informes a detectives privados. Incluso esos mismos políticos contratan a detectives para que investiguen su propio pasado. Cuando hay algo que no esté bien, se le dice al candidato y se le aparta.
Esperanza Aguirre ha expuesto a Mariola Vargas ante su pueblo en un espectáculo bochornoso. Un show esperpéntico. Rozando lo ignominioso. Sólo para acallar su conciencia. Y eso no está bien. No, no lo está.