Mariola Vargas se convertirá hoy en la nueva alcaldesa tras pasar el ‘examen’ de Aguirre

Este interrogatorio se llevó a cabo en la tarde del miércoles. Más de 60 periodistas se dieron cita en la calle Génova para seguir y participar en este test que estuvo presidido por la presidenta en funciones del PP de Collado Villalba y viceconsejera de Empleo de la Comunidad de Madrid, María Eugenia Carballedo, quien también trasladó sus preguntas a la alcaldable. Además, entre los examinadores se encontraban la ex presidenta del PP de Collado Villalba y tres veces candidata a la Alcaldía, Carmen Rodríguez; el concejal del distrito de Salamanca y miembro del Comité de Dirección del PP de Madrid, Fernando Martínez Vidal; el vicesecretario del PP de Madrid y ex regidor de Alcalá de Henares, Bartolomé González; y el concejal y presidente de Nuevas Generaciones del PP villalbino, Adan Martínez Valdegrama.

Durante una hora, Mariola Vargas respondió a las distintas preguntas y aseguró que no entiende “cómo alguien puede ser corrupto” y que la única receta contundente ante la corrupción es “decir no si te ofrecen algo”, lo que la ha llevado a afirmar que la mayoría de los políticos son “gente buena y honrada”.

La edil también respondió que nunca ha cobrado comisiones “ni en A, ni en B, ni en C”, detallando que cuenta con una hipoteca, dos coches -uno de ellos que utiliza su hija mayor- y que no tiene ningún dinero en el extranjero: “No tengo ni casi dentro de España”, manifestó.

Vargas nació en Madrid y vivió su juventud en Majadahonda. Casada y con tres hijos de 20, 18 y 14 años, se trasladó a vivir a Collado Villalba en los años 90, cuando encontró una casa que le permitiera tener en ella a su suegro, víctima de un infarto cerebral y de donde “no pienso irme nunca”, sentenció.

La alcaldesa es médico de profesión y aseguró que en política no ha venido a lucrarse, ya que ella ganaba 2.800 euros líquidos en el Servicio Madrileño de Salud, más unos 1.650 euros al mes por trabajar en una residencia de ancianos, por lo que pierde unos 1.000 euros al mes, a lo que no dio importancia ya que le gusta el servicio público. De hecho, colabora con organizaciones como Cáritas de manera habitual.

Preguntada sobre si los superiores de un partido deben dimitir si sus subordinados caen en la corrupción, es decir, si la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, debería presentar su dimisión tras el estallido de la Operación Púnica, la hasta ayer concejala de Familia de Collado Villalba ha contestado que “no, aunque dependería de cada caso”, y añadió que “es tan fácil (ocultar la corrupción) como que me mienta mi hijo si le pregunto si ha estudiado y no lo ha hecho”.

También fue interrogada sobre su marido, director de una pequeña empresa de ocho trabajadores dedicada a la rehabilitación de fachadas. “Como todos los empresarios de este país, lo está pasando bastante mal”, y añadió que sólo hace obra privada y que ningún familiar suyo trabaja para el Ayuntamiento de Collado Villalba.

Vargas dijo que se siente capacitada para ponerse al frente de la Alcaldía y su experiencia como médico de Urgencias le avala. “Hay que resolver situaciones de mucho riesgo con premura. En situaciones así me veo muy bien, me crezco”, aseveró.

En cuanto a la Operación Púnica, la edil explicó que, en un principio, cuando acudió al Ayuntamiento para ser informada de la entrada de la Guardia Civil en las instalaciones municipales, pensó que el detenido era “el anterior alcalde” y no Agustín Juárez. Vargas aseguró que el Consistorio “no ha pagado ni un duro” a Cofely, la empresa sobre la que pivota la trama Púnica, ya que el contrato de suministros establecía que hasta dentro de dos años no se haría efectivo el primer pago. También ha defendido que con ese contrato las arcas municipales se ahorrarían anualmente 300.000 euros. Asimismo, aseguró que únicamente conoce a los directivos de Cofely “por la prensa” y que tras ser informada del motivo de la entrada de la Guardia Civil en el Ayuntamiento se quedó “como hasta hoy”. “Lo comparo con un duelo, que al principio parece que no es verdad. Yo no lo puedo creer todavía, no doy crédito”, subrayó.