Urdiales y Adolfo Martín, protagonistas en la Feria de Otoño
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Sobre la encerrona con seis toros del madrileño Miguel Abellán pivotaba la Feria de Otoño de Madrid, celebrada el pasado fin de semana. Pero a la postre los dos nombres propios del serial han sido los del riojano Diego Urdiales, que toreó con clasicismo y pureza, y Adolfo Martín, que lidió una corrida variada y con emoción. También Serafín Marín puso raza y corazón para cortar otra oreja a otro toro bueno del ganadero de Galapagar. El domingo 5 se celebro el espectáculo más brillante de este ciclo. Urdiales cortó una oreja de peso ante un Adolfo con raza y que arrastró el hocico por el suelo. El torero se gustó y toreó con encaje y pureza. Fue un placer y una obra de las buenas. El estoconazo hasta las cintas le puso el premio en la mano. Serafín Marín también se llevó un toro bueno donde no acabó de enfadarse con el animal hasta que lo volteó sin consecuencias. El catalán realizó una faena de mucho empeño. Fue decisiva la estocada arriba para arrancar la oreja.
Uceda Leal sorteó un primer toro de embestida humillada y con mucho ritmo ante el que no terminó de estar a gusto. Antes dejó un ramillete de verónicas de buena ejecución. El cuarto vendió cara su piel, llevando la emoción al tendido, aunque para el diestro fue un hueso muy duro de roer. Con todo, fue un brillante espectáculo gracias al juego de los toros de Adolfo Martín, que incrementa su cotización y vuelve a lidiar en Las Ventas, su plaza talismán, una gran corrida con un trapío muy equilibrado, con seriedad y las expresión habituales en el encaste.
La gesta de Miguel Abellán celebrada el sábado 4 de octubre se desarrolló en un tono medio. Por distintos factores no remontó y se marchó de vacío y sin dar una vuelta al ruedo. Bien es verdad que Abellán debió cortar una oreja del primer toro de la tarde, pero el público estuvo un tanto frío pidiendo el trofeo. La faena de más cuajó la realizó frente al tercero, el mejor de una dispar corrida del Puerto de San Lorenzo, pero la espada no viajó certeramente y eso hizo que no puntura. A partir de ese momento, le pesó la tarde a Miguel Abellán, que afrontó la tarde con pundonor y gallardía, pero que todo se fue desinflando en faenas breves y de poco contenido.
La primera corrida de la Feria de Otoño, celebrada el viernes 3, fue un verdadero desastre por la poca raza y menor fortaleza de los toros de Núñez del Cubillo. Una tarde muy plana en la que saltaron al ruedo hasta tres sobreros. Iván Fandiño no pasó de correcto, Daniel Luque dejó algunos detalles de buen gusto y Finito de Córdoba se las vio con un lote muy blando ante el que poco pudo hacer.