MANUEL SÁNZ DE LA MORENA, UN GANADERO CON MAYÚSCULAS
Los Eulogios: el resurgir de un hierro con solera
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Tras un periodo de inestabilidad y cambios, la ganadería de Los Eulogios vuelve por sus fueros. De la mano de Manuel Sanz de la Morena, el hombre que siempre trabajó en la sombra en la consolidación del hierro se sitúa ahora al frente, para poner a esta divisa en un puesto puntero de la cabaña de bravo española. El ganadero sabe bien lo que hace. Se nota. Este señero y prestigioso hierro del campo colmenareño se encuentra en un momento dulce y tiene unas inmejorables expectativas de cara al futuro. La regularidad de la ganadería es asombrosa y los resultados cosechados en los últimos años se cuentan por corridas lidiadas. Las camadas son cortas, pero la ilusión y la afición del ganadero es grande. Atrás queda el sello de ganadería dura de pedernal. Ahora es sangre Domecq, pero de la buena. El que compra en Los Eulogios, repite. Y el que torea, también. Ahí están las pruebas.
Los Eulogios despierta de la pesadilla de abandono que le tocó vivir hace unos años. Gracias a Manuel, de lo contrario esta bonita historia ya habría acabado.
En la finca “El Pecado Mortal” se respira sobriedad, amor por el campo y por las buenas costumbres, y esa liturgia que se está evaporando. Cuando desaparezcan ganaderías con este arraigo tan campero, la Fiesta habrá perdido un legado importante. Ojalá que perduren. Sería imperdonable. Lo sentiremos...
"Tras largas vicisitudes por las que ha atravesado la vacada, ahora está comenzando a florecer un poco". Con estas palabras comienza el ganadero serrano Manuel Sanz de la Morena a relatar el momento por el que se atraviesa la ganadería de Los Eulogios tras la grave crisis en que se vio sumida esta importante divisa. “Ahora vemos la luz. Me está costando mucho trabajo y esfuerzo, pero poco a poco la ganadería va funcionando, tanto en alimentación como con las vacas en los tentaderos y el juego de los toros en la plaza. Y más que nada, la ilusión y la afición con que lo estoy llevando. Antes siempre estaba en segundo plano y ahora la estoy viviendo día a día”, comenta.
La divisa de Los Eulogios la formaron el propio Manuel Sanz de la Morena y su hermano Eulogio; tras desavenencias entre ambos, el hierro pasa por una intervención judicial y afortunadamente, el primero, como copropietario y administrador, la recupera hace unos años. “El primer año en que la ganadería la dirige Elena Montoya, cuando está intervenida, la cosa va bien, pero luego la deja totalmente abandonada. Y gracias a que con el poco dinero que tengo le daba paja a las vacas, pero así el ganado no se puede mantener; era imposible. Cuando yo cojo las riendas en enero de 2005 los animales están totalmente desnutridos. Las vacas parían y los becerros se morían”.
Eso forma parte del pasado. Ahora las cosas han cambiado radicalmente. “Las vacas ya están prácticamente recuperadas y todo va bien y está subsanado. Nuestro veterinario, Javier Blanco, ha trabajado mucho para erradicar todos esos problemas, vacunar, desparasitar y dar vitaminas”.
Sin embargo, al ganadero de Colmenar Viejo le ha bastado ya en este breve espacio de tiempo para saborear y paladear las mieles del éxito. “La verdad es que los toros lidiados en 2006, así como otra que no quise ‘regalar’, fueron dos grandes corridas de toros que me dejan muy satisfecho. La de Miraflores de la Sierra (Madrid) e Inca (Mallorca) han sido excelentes, y José María Manzanares cosechó un gran éxito en ambas. ‘Rizador’, lidiado en Miraflores, fue muy bravo y con gran clase. La pena fue que se lastimó una pata. En 2005 en Soto del Real se lidió un buen lote; en Vinaroz, otro de muy buena nota, y en Palma de Mallorca otra corrida muy destacable. Esto también, gracias al trabajo de mi hermano Eulogio. Llevó bien las riendas, pero luego la dejó abandonada; aquí hay que decir todo, lo bueno y lo malo”.
Uno de los problemas que aún arrastra esta vacada es la falta de sementales, algo importante en cualquier ganadería. “Cuando estaba Elena Montoya al frente, en un año por unas u otras cosas se murieron hasta tres sementales, ‘Barbaazul’, ‘Perejilo’ y ‘Buenasuerte’, que eran vitales en la casa. Eso duele mucho. Por eso todavía hace falta tiempo todavía. Afortunadamente, tengo un semental de ‘El Torreón’ que ha ligado muy bien, porque por mucho que tu pongas, si esto no ocurre no hay nada de hacer”, apunta.
Este hierro, en sus inicios, era originario de Guardiola Soto y estaba considerando como muy duro, siendo muy temido por los toreros. “En la actualidad es Juan Pedro Domecq por absorción -comenta Sanz de la Morena-, porque sin eliminar las vacas de Guardiola, en 1986 echamos un toro de Victoriano del Río y luego hemos realizado compras sucesivas a Felipe Lafita, Javier Camuñas”.
El prototipo de toro que Manuel Sanz busca en la selección “es un animal que vaya a más y que dure mucho en la muleta y tenga duración. Antes, con lo de Guardiola era más complicado, más correoso. Ahora también busco bravura en el caballo, pero quizá se incida más en el último tercio, en la muleta”.
Entre los grandes éxitos en los últimos años está el toro “Decidor”, lidiado en Majadahonda y que fue premiado con la vuelta al ruedo y sacó movilidad y raza. “Ése fue un toro extraordinario, así como otros de esa corrida”, indica.
Otro éxito muy sonoro fue en su tierra, en Colmenar Viejo, coso al que lamentablemente no han vuelto desde entonces. “Fue en 2003 y a mí se me saltaron las lagrimas porque me acordaba mucho de mis padres y mi hermano Vicente, fallecido en 1986. Ha sido el encierro más importante y completo que hemos lidiado en Colmenar Viejo y ellos lo habrían disfrutado mucho”, comenta emocionado el ganadero".
Desde aquel triunfo, la vacada no se ha vuelto a anunciar en Colmenar Viejo, “Dios mediante, y si llegamos a un acuerdo con el empresario, yo estoy decidido en volver . Me enorgullece lidiar en mi pueblo, aunque lo pase mal y me tenga que esconder hasta en los chiqueros”.
Para terminar, el ganadero ve el futuro inmediato “con mucho optimismo e ilusión. Hemos ido triunfado en plazas menores y ahora el reto está en subir un escalón más y entrar en ferias y plazas de segunda categoría para poder triunfar”, concluye este entrañable ganadero, que nos abrió con cariño las puertas de su casa.
LA ALIMENTACIÓN Y SELECCIÓN ES BáSICA: “Primero tienen que comer los animales y luego yo”
El invierno aún cae en los campos de Colmenar Viejo. Sin embargo, los toros de Los Eulogios están ya gordos como tejos. Lustrosos. Hay dos encierros cuajados y rematados para lidiarse ya mismo.Uno de ellos, casi con cinco años, es digno de cualquier plaza. En esta casa no se escatima la alimentación. Se ve con sólo echar un vistazo al ganado. Da gusto verlos. “Primero tienen que comer los animales y luego yo, eso lo tengo claro”, sentencia su propietario. “Los toros tienen que estar preparados y bien comidos.Y tenerlos muy adelantados por si te piden una corrida”. Son toros bajos, bien hechos, hondos y con sus caras bien puestas y los pitones hacía adelante. Un toro muy bien proporcionado y descolgado. Con unas hechuras extraordinarias en su mayoría. Una camada corta, formada por cuatro corridas de toros, aguarda en esta casa de los campos colmenareños para lidiarse durante la temporada 2007. "Tengo varias peticiones, como Barcelona; José Antón también me ha pedido una corrida que tiene intención de organizar en Moralzarzal, aunque no hay nada seguro. Por el hambre que la ganadería ha pasado estos años, las camadas son más limitadas. No importa, esto es poco a poco, y seguro que crecerá. Tengo 130 vacas de vientre, aunque no quiero pasar de 250”. concluye.