Protección medioambiental, deporte y desarrollo en la Sierra de Guadarrama
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
EEl trabajo que históricamente han desarrollado distintos colectivos conservacionistas, con Ecologistas en Acción a la cabeza, se antoja imprescindible para defender el patrimonio medioambiental en una zona tan valiosa como es la Sierra de Guadarrama. Pero ello no puede servir como coartada para caer en planteamientos que rozan el absurdo, como ha ocurrido estos últimos días con las críticas que esta asociación ha hecho a cuento de lo que considera una “avalancha” de carreras de montaña en el entorno del Parque Nacional, después de que el pasado fin de semana coincidiesen varias de estas pruebas (en realidad, tres formaban parte de la misma, sólo que en diferentes categorías). En su argumentario, Ecologistas en Acción no duda en cargar contra la entidad organizadora del evento, la Real Sociedad Española de Alpinismo Peñalara, cuya trayectoria en la Sierra de Guadarrama está más que acreditada desde su fundación en 1912. El camino de la defensa del medio ambiente admite muchas variantes, pero desde luego que la empleada en esta ocasión no parece la más adecuada. Se ponen en cuestión pruebas como el Gran Trail Peñalara o el Maratón Alpino Madrileño, que están consolidadas desde hace años en el calendario nacional de las carreras de montaña, ignorando además que sus protagonistas son verdaderos amantes de la naturaleza. Por otra parte, se transmite un alarmismo injustificado respecto a los supuestos efectos de estas pruebas, pasando por alto que también el deporte forma parte -y lo ha hecho desde hace décadas- de la esencia misma del guadarramismo, como por otra parte ocurre en otras zonas de España y también a nivel europeo, desde los Picos de Europa al Teide y desde Francia a Noruega, Italia, Suiza o Alemania, donde este tipo de eventos están muy extendidos.
Sólo conociendo nuestro patrimonio podremos valorarlo en toda su amplitud, pero esto no puede conducir a una cultura de la prohibición, con un exceso regulatorio, sino a la del respeto, lo que también pasa por la necesidad de no querer convertir las discrepancias en cuanto a la gestión de este espacio en un ideológico campo de batalla. Las carreras de montaña, como otras actividades, permiten poner en valor nuestro patrimonio, conocerlo mejor y, finalmente, defenderlo, sin olvidar que también contribuyen a impulsar el desarrollo en los municipios del entorno, más aún teniendo en cuenta que el deporte siempre ha estado muy estrechamente ligado a la Sierra de Guadarrama.