San Lorenzo de El Escorial, testigo de excepción del ‘cambio de ciclo’ en la monarquía española

Como en tantas otras ocasiones, San Lorenzo de El Escorial fue escenario este martes de un acto que quedará para la historia: la primera aparición conjunta del Rey y el Príncipe de Asturias tras el anuncio de la abdicación por parte del primero. Fue además en un escenario cargado de simbolismo: el Monasterio que en su día ordenara construir Felipe II y que desde hace 450 años ha estado vinculado de forma muy estrecha a la monarquía española, primero a la casa de los Austrias y luego a la dinastía de los Borbones.

El Rey Juan Carlos y el Príncipe Felipe participaron juntos en el Capítulo de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, una distinción militar y una orden de caballería española creada por Fernando VII al terminar la Guerra de la Independencia en 1814.

Don Juan Carlos y el futuro monarca Felipe VI llegaron al Monasterio a las 12.30 horas, ambos ataviados con sus uniformes del Ejército de Tierra, el primero con el de capitán general de las Fuerzas Armadas y el segundo con el de teniente coronel. El Príncipe pasará a ostentar el mando supremo de los Ejércitos cuando sea proclamado Rey, ya que este cargo es inherente a la condición de monarca.

Don Juan Carlos, seguido de su hijo, llegó caminando apoyándose de su bastón, como se le ha visto en estas últimas semanas. Ambos fueron recibidos por autoridades civiles y militares, entre las que se encontraban el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González; la subsecretaria de Defensa, Irene Domínguez-Alcahud -el ministro estaba en la reunión del Consejo de Ministros que aprobó el proyecto de ley de abdicación--; el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, los jefes de Estado Mayor de los Ejércitos de Tierra y del Aire, Jaime Domínguez Buj y Francisco Javier García Arnáiz; el gran canciller de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, general Francisco José García de la Vega; el presidente de la Asamblea de Madrid, José Ignacio Echeverría; el alcalde de San Lorenzo de El Escorial, José Luis Fernández-Quejo, y el presidente de Patrimonio Nacional, José Rodríguez-Spiteri.

Salvas en honor al Rey
Tras los honores de ordenanza en la lonja del Monasterio, en los que se han lanzado 21 salvas en honor al Rey y se ha escuchado el himno de España, se celebró un homenaje a los caídos, finalizando con una pasada de la Patrulla Águila del Ejército del Aire, que dibujó la bandera de España en el cielo. A continuación, el Rey y el Príncipe presidieron un desfile de una compañía de la Guardia Real, que se completó con una segunda pasada de la Patrulla Águila.

Durante todos estos actos se ha podido ver al monarca y a su hijo sonrientes y haciendo algún comentario entre ellos. Además, ambos han entonado juntos la canción del homenaje a los caídos, La muerte no es el final. Desde el año 2009 no se veía al Rey y al Príncipe Felipe juntos en este Capítulo de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.

Decenas de personas, los invitados a este acto -entre ellos los militares condecorados, que han de tener un expediente impoluto, y sus familiares-, fueron testigos en San Lorenzo de El Escorial de la primera imagen del Rey y el Príncipe juntos tras el anuncio de abdicación, precisamente al mismo tiempo en que el Consejo de Ministros aprobaba el proyecto de ley que regula la abdicación de Don Juan Carlos.

A lo largo de la ceremonia han sido numerosos los aplausos que han recibido tanto Don Juan Carlos como su hijo, Felipe de Borbón, reconocimientos y Vivas al Rey que también han llegado desde fuera de la Lonja, ya que en el Paseo de Juan de Borbón y Battenberg han sido muchos los vecinos que se han dado cita en el entorno del Monasterio. Una vez finalizados estos actos, y tras un breve concierto de la Escolanía, el monarca procedió a la imposición de las condecoraciones militares.