El tranvía del Guadarrama lucha por sobrevivir en pleno corazón del Parque
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Algo más de 18 kilómetros que se adentran en el corazón del Parque Nacional, salvando una pendiente del 6 por ciento. La línea C-9, conocida también como el tranvía eléctrico del Guadarrama, une desde hace 90 años las estaciones de Cercedilla -1.100 metros de altitud-, y Cotos (1.819 m), siendo utilizado actualmente de forma mayoritaria por senderistas y esquiadores, además de los escolares que participan cuando llega el buen tiempo en el programa del Tren de la Naturaleza. Sin embargo, la frecuencia del servicio ha ido disminuyendo de forma considerable en los últimos años, quedándose en estos momentos únicamente con cuatro trenes al día; un descenso que se ha producido mientras por contra aumentaba el precio del billete sencillo, que ha pasado de 6,20 a 8,55 euros (17,10 ida y vuelta).
Unas circunstancias que han hecho que desde distintos sectores se tema por el futuro de esta emblemática línea, inaugurada en julio de 1923. Entre estos colectivos está la Asociación de Amigos del Guadarrama, cuyo presidente, Antonio Sáenz de Miera, inició a finales del pasado año una campaña a través de la plataforma change.org para que bajen las tarifas, mejoren los horarios y haya más paradas.
“El tranvía del Guadarrama -mal conocido como el funicular-, ecológicamente ejemplar, evitaría al menos en parte la acumulación de automóviles en praderas y pinares. Permitiría, además, que ciudadanos que no disponen de transporte privado pudieran disfrutar del nuevo Parque Nacional”, explica este Sáenz de Miera, uno de los nombres históricos del guadarramismo. Sin embargo, indica en su petición, “Renfe lo está abandonado a su suerte: tarifas más altas, horarios más reducidos y paradas tan solo en Navacerrada y Cotos. Conviene saber que en las de Siete Picos y Collado Albo el tranvía se adentra en el territorio del Parque Nacional”.
Más de 19.000 firmas
Hasta el momento, esta iniciativa ha sido apoyada públicamente por más de 19.000 personas, aunque el objetivo es llegar a 25.000, dirigiéndose a los presidentes de ADIF y RENFE, Gonzalo Ferre Moltó y Julio Gómez-Pomar. Además, la Asociación de Amigos del Guadarrama ha pedido a la Comunidad de Madrid, y en especial al consejero de Medio Ambiente y recién nombrado presidente del Patronato del Parque, Borja Sarasola, que se involucre activamente en este tema. Por su parte, desde la compañía ferroviaria niegan que el tranvía eléctrico del Guadarrama esté en peligro, recordando que desde hace años se mantiene el programa del Tren de la Naturaleza, dirigido fundamentalmente a escolares. Además, y hasta el próximo 20 de abril, los festivos y fines de semana se refuerza el número de trenes de esta línea alpina entre Cercedilla y Cotos, que pasan a ser siete por trayecto (el primero sale a las 9.35 y el último vuelve a las 18.43 horas).
Tres paradas, 41 minutos y varios apeaderos fuera de servicio
El proyecto del Ferrocarril Eléctrico de Guadarrama, redactado por el ingeniero José de Aguinaga y Keller, echó a andar en 1917, iniciándose las obras en octubre de 1919 e inaugurándose oficialmente el 12 de julio de 1923, aunque no se abrió al público hasta el 11 de agosto. Inicialmente el tren llegaba hasta el Puerto de Navacerrada, barajándose como punto de partida las estaciones de Collado Villalba o Collado Mediano (también estuvo sobre la mesa la posibilidad de que partiera desde Madrid, aunque esta idea se descartó pronto como consecuencia de su elevado coste). Años más tarde, una vez que la línea pasó a formar parte de la estructura de RENFE, se decidió prolongar el recorrido hasta el Puerto de Cotos, obras que terminaron en 1964.
Actualmente las paradas de la C-9 son Cercedilla, Puerto de Navacerrada y Puerto de Cotos, ya que desde el verano de 2011 dejó de prestar servicio en las llamadas estaciones facultativas (el tren sólo paraba si así lo pedía algún pasajero), como Las Heras, Camorritos, Siete Picos, Dos Castillas y Vaquerizas. En su recorrido (41 minutos en total), el tren atraviesa algunos de los parajes más emblemáticos del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.