El CUC Villalba derriba al Pozuelo con una genialidad de Manu

El capitán, decidido en el juego preciosista, acunó el balón y vio venir de soslayo a Mino, que se tragó una finta antológica y se salío del campo por inercia. Con la cabeza alta, casi a pelota parada, Manu trazó un pase raso a la frontal del área chica que ningún defensor supo interceptar. Alberto Losa, libre quizá por vez primera de la vigilancia de Raúl Montero y Vidal, acertó a embocar para llevar el delirio a la grada. La genialidad de Manu terminó por derribar a un Pozuelo que, si bien se plantó en Villalba muy debilitado, si generó las dificultades propias de un gran equipo. Ni ocho bajas, algunas tan importantes como las de Luis, Cholo o Dani Melli, restaron personalidad al grupo de Chema Ramos, que dispone de un fondo de armario envidiable. “Sabíamos que con las bajas del medio campo ellos iban a jugar más en largo”, dijo después Miguel Ángel Hernández, cuya sorpresa en el once, ante la baja de Guille Fernández, fue meter al joven Eliot como acompañante de Matas en el centro. Una vez más, el 6 del Villalba cuajó un partido imperial. No es un distribuidor al uso, sino un centrocampista de arrancada que cuando impone su juego rompe líneas y genera desajustes para los delanteros. Su jugada en el gol fue un ejemplo de ello, y también un castigo al que probablemente fue el único despiste de Raúl Montero en todo el partido, aprovechado por Losa, ejecutor de su ex equipo con un remate de ariete de toda la vida.

Hasta el gol, el Villalba ya había cuajado un partido muy completo. Su inicio fue quizá el mejor del curso, por ritmo y variedad en el ataque. Sin cumplirse el minuto 2, Linares se descolgó de su puesto de zaguero para buscar el remate y fue objeto de un penalti alevoso, pues el empujón del que fue objeto le desplazó tres o cuatro metros, de dentro a fuera del área. Montes García Navas miró a otro lado. Tras el lance, el Pozuelo, presto al juego largo, encontró a Cortijo, que le ganó la carrera a todos, se anticipó a Bárcena, pero se sacó un centro chut que no encontró ni arco vacío ni rematador. Pasado el susto, el Villalba siguió acechando como un martillo pilón, encontrando casi siempre una formidable respuesta de los centrales pozueleros, especialmente atentos al juego de espaldas de Losa. Uno de ellos, Vidal, encontró además el modo de irse arriba y convertir un gol, anulado por un fuera de juego que no se protestó mucho. El Pozuelo daba avisos muy puntuales, mientras el Villalba percutía por las dos bandas, en especial la izquierda, donde Fabio fue más un extremo que un lateral. Fue por allí donde Manu le ganó a De Prada un balón sobre la raya de fondo que decidió regalar a Herranz, solo en el área para fusilar. El 10 se llenó de balón y la mandó alta, solo ante Toni. La ocasión era de oro, vista la resistencia atrás del Pozuelo, porque no hubo otra tan nítida hasta el gol, si acaso un cabezazo de Linares libre de marca con los 45 de la primera parte cumplidos. Lo que vino después fue un partido de alternativas que penalizó la falta de llegada del Pozuelo y premió la insistencia serrana, síntoma de la vitalidad que ha adquirido el equipo con las victorias. Manu abrochó una más con una genialidad que paga entradas, y certificó el quinto triunfo de 2014. Pero queda mucho trabajo. El descenso sigue a cinco puntos, tras la victoria del Alcorcón B, y en la categoría superior preocupa la estabilidad de varios equipos madrileños, el Puerta Bonita el que más. He ahí el problema, que nadie sabe cuánto se tiene que aprovisionar de aquí a mayo.

CUC VILLALBA: Bárcena; Linares (A) (Sergio Plaza, 82), Rubén Muñoz (A), Javi Hernández (A), Fabio; Iván Matas, Eliot; Manu (A) (Raúl, 77), Herranz, Koke (Olalla, 62); y Alberto Losa.

POZUELO C.F.: Toni; Manu (A), Raúl Montero, Carlos Vidal, Fernando (A); Chiqui (A) (Pina, 79), Dani Prada; Álvaro (A, Mino, 70’), Nacho Gil, Joel (Nacho Abascal, 61); y Cortijo.

GOLES: 1-0, Alberto Losa (Min.76)
ÁRBITRO: Montes García-Navas (1)
INCIDENCIAS: Unos 250 espectadores en la Ciudad Deportiva Collado Villalba, en mañana soleada a ratos y con unos 10 grados de temperatura. Césped irregular.