¿Es una sentencia justa?

Si la decisión vinculante para nuestro país, su forma de excarcelación de peligrosos asesinos, de violadores y en fin de personas que representan un peligro cierto y un riesgo para la sociedad, el ciudadano medio, en su nivel simplemente de ‘sentido común’ de las leyes está en su derecho de preguntarse: ¿Es una sentencia justa?. Surge entonces la distinción entre normas éticas y morales, por un lado, y normas legales, de otro. ¿Es ético o moral que, por ejemplo, un peligroso violador, incluso un psicópata o un asesino en serie, pueda estar en la calle habiéndosele perdonado su condena pendiente? Si al condenar el Reino de España a estos delincuentes, se ha atenido el país a la Constitución vigente, ¿no sería cuestión de que nuestro Tribunal Constitucional estudiara el procedimiento de la aplicación de esta sentencia europea a los casos afectados? Es tema delicado, pero estimo que la norma ética, la ética universal, la Declaración de Derechos y la jurisprudencia del Alto Tribunal de las Naciones Unidas, puede permitir resquicios para que, sin ‘precipitaciones’, se pueda hacer una adaptación basada en los valores humanos y en los derechos fundamentales.

Nuestro Tribunal Constitucional tiene la palabra y confiemos que, con su preclaro conocimiento legislativo, encuentre una solución a este laberinto.