• ¿Un mal menor para Collado Villalba?
MARTA LAMELA Collado Villalba
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
He seguido con detalle la polémica surgida durante este verano en Collado Villalba basada en las molestias, denunciadas aquí por algunos vecinos, que fueron provocadas por terrazas de bares, cafeterías y ferias. Sobre este delicado asunto quiero decir que aún reconociendo dicho inconveniente, creo que debemos aceptarlo como un mal menor si de verdad con ello el Ayuntamiento, uno de los más endeudados de la Comunidad de Madrid, consigue ir reduciendo los números ‘rojos’ de una multimillonaria deuda causada por el nefasto Gobierno socialista. En este mismo saco meto esas mastodónticas vallas publicitarias que, a decir de muchos (creo que con bastante razón), afean nuestro entorno urbano e impiden ver el maravilloso paisaje de nuestra comarca. No obstante, y con el fin de que todo resulte más aceptable, el Ejecutivo local, antes de autorizar este tipo de instalaciones (vallas, terrazas, chiringuitos, ferias ambulantes, etc.) debería explicar con todo tipo de detalles a sus conciudadanos los beneficios económicos que esto genera, pues sólo así es posible saber si al contribuyente le vale la pena soportar dichas incomodidades.
En cuanto a la ORA, creo que este sistema es bueno para una ciudad como la nuestra, donde hay muchos vehículos y muy pocos aparcamientos en la zona comercial. Esta es la única manera de poder evitar tener que pasar por el aro leonino de las tarifas vigentes tanto en el parking de Honorio Lozano como en el de Batalla de Bailén. Y puestos a pedir, estoy seguro que también sería bien recibida la noticia de la bajada de tarifas de la ORA (entre un 20 y un 25 por ciento), para que estuvieran acordes con las de otras muchas ciudades de similares características de nuestra región, porque Villalba no es un municipio turístico, caso de San Lorenzo del El Escorial, sino una ciudad comercial a la que suelen acudir a diario muchos vecinos/as de otros colindantes para efectuar sus compras en las tiendas de la capital serrana. Y de eso vivimos.