Amenaza al camino histórico de Torrelodones

El camino histórico que unía Torrelodones con Galapagar, a través de la finca de Las Regaderas, se encuentra amenazado por las obras de una de las fincas próximas al apeadero de la primera localidad. Concretamente, en el punto donde este camino se une con la calle de tierra Camino de la Tejera que, en una zona situada dentro del término de Galapagar. En dicha confluencia ya se instaló hace cuatro años un frágil vallado con una puerta que permitía su acceso para llegar al río. Sin embargo, recientemente, y coincidiendo con las obras de rehabilitación de una de las casas adyacentes al Camino de la Tejera y a la citada vía histórica, la puerta fue cerrada con candado, elemento que fue forzado por alguno de los paseantes que conocen el carácter público del camino y no se resignan a esta “usurpación de su derecho de paso”. Esta actuación ha desatado la indignación de los vecinos y, principalmente, de los usuarios de este paraje histórico de gran valor ambiental, enclavado en pleno Parque Regional del Curso Medio del Guadarrama. Por lo tanto, y a falta de que se tramite próximamente el pertinente aviso al Servicio de Inspección de dicho organismo regional, dos de las tres asociaciones denunciante ya han pedido al Ayuntamiento de Galapagar que intervenga en dicha actuación. En primer lugar para que detenga el corte ilegal de un camino de uso público, y en consecuencia, para que sus servicios técnicos comprueben si dichas obras las licencias preceptivas.

Tres denuncias
Ecologistas en Acción de Galapagar y DP PHISNA (Defensa y Promoción del Patrimonio Histórico y Natural) formularon el pasado lunes la correspondiente denuncia en la Guardia Civil de este municipio, con el objeto de que sea remitida al SEPRONA. Además de estos dos grupos, Torrenat también tramita su propia denuncia.

La lupa
Haciendo historia
La importancia de este camino se remonta a antes del siglo XVI, cuando entonces servía para unir Torrelodones con Galapagar, hasta que los viajes de Felipe II hacia El Escorial obligaron a su arquitecto, Juan de Herrera, a construir el denominado Puente Nuevo. Una ruta que dejó en menor uso el paso histórico de Las Regaderas. Sin embargo, éste recobró nueva importancia con la llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX, ya que para los vecinos de Galapagar era más fácil y rápido acceder al apeadero de Torrelodones por este lugar.