El CUC Villalba, de más a menos, aguanta en Mairena y se jugará el pase ante su afición en la Ciudad Deportiva

Como al final cundió una sensación de alivio por esto último, puede decirse que el equipo local se hizo acreedor a la victoria. Pero el partido dejó otras lecturas, la mayoría favorables al equipo villalbino.

Interpretaciones puede haber muchas, pero fuera de la especialidad del equipo sevillano, la pelota parada y el juego directo, sin apenas transición en el medio, problemático por la velocidad en banda alcoreña, se vio a un Villalba muy alejado de la imagen tipo del novato en estas lides. Entró con personalidad al partido, suyas fueron las primeras ocasiones, y supo eludir hasta donde pudo el juego de choque propuesto por un rival que salió con todo tras el descanso, incluida una marcada tendencia a ir al límite del reglamento.

Hasta el intermedio, el partido ofreció una primera parte fiel reflejo de ambos estilos. El Villalba salió raseando el balón desde atrás, con las habituales incorporaciones de los laterales, con dinamismo en la zona de tres cuartos y con Campillo muy activo. Sin Alberto Losa, lesionado con un inoportuno pinchazo, Mario Rivera optó por situar a Álvaro arriba y escorar al ex del Atlético a la banda izquierda, el flanco donde el Mairena exhibe su mayor potencial ofensivo, con Melchor de interior y David Llano, un carrilero de ida vuelta, de guardaespaldas. Durante un cuarto de hora largo, Campillo percutió por allí y dispuso de tres llegadas, la más peligrosa, una volea libre de marca tras centro de Bielza que se marchó cruzada con el meta Nico haciendo la estatua. Fue el momento del partido para el Villalba, que ya no dispondría de tanta frecuencia de llegada en lo sucesivo, excepción hecha de una internada de Campillo que acabó en una gran parada de Nico junto al palo. Entre medias, ya había entrado en acción Melchor, un atacante que confirmó su vitola de gran amenaza con dos remates a los palos de Gaizka. Las dos acciones, casi consecutivas, despertaron al Mairena y desactivaron el dominio villalbino. En esos momentos, la inoperancia de Julio Alberto, delantero local de referencia, fue una bendición para los serranos y un motivo de sustitución del 9 alcoreño al descanso, al que se llegó con un golpe en la cabeza a Olmedo en un salto que debió ser objeto de expulsión del infractor. .

Tras la reanudación, el Mairena subió varios puntos su intensidad y el Villalba empezó a sufrir de verdad. De nuevo Melchor estampó un cabezazo en el travesaño, el tercer palo albinegro. Y Weto, un central al que perdonaron por dos veces la segunda amarilla en sendos codazos por detrás a Álvaro, tuvo a bocajarro el 1-0 con un cabezazo en el área chica propiciado por un centro lateral mal defendido. Con el partido metido definitivamente en ebullición, Alberto Vega fue derribado en el área serrana, en lo que pareció un claro penalti omitido por el extremeño Fernández Fernández. El Villalba sufrió atrás pero no perdió de vista la portería contraria, gracias al poder de recuperación de balón de Olmedo y Matas, estajanovistas en el trabajo, y la movilidad de Álvaro y Manu. No se crearon ocasiones claras pero al menos se evitó el embotellamiento final, algo a lo que ayudaron Pablo, Linares y Rubo cuando entraron para refrescar al final, y la expulsión de Víctor Gago, baja que será muy delicada para los sevillanos en la vuelta. Síntoma de todo ello fue que el Villalba acabó el partido en campo contrario. Con personalidad y determinación, alejado del aspecto de novato y con una eliminatoria abierta que espera rematar con la complicidad de una Ciudad Deportiva llena.

C.D. MAIRENA: Nico; David Llano (A), Víctor Gago (A,A,R,89), Weto (A), José Carlos ; Babiano, Fito; Melchor, Alberto Vega (A) (Jesús Rubio, 76), Gabri (Dani Salas, 90’); y Julio Alberto (Jaime, 46).

CUC VILLALBA: Gaizka; Bielza, Rubén, Dorado (A), Chema; Olmedo, Matas (Rubo, 85’); Manu (A) (Linares, 88), Guille Fernández (Pablo, 78’), Campillo (A); y Álvaro

ÁRBITRO: José Manuel Fernández Fernández (Comité Extremeño)

INCIDENCIAS: Unos 1.100 espectadores en el Nuevo San Bartolomé de Mairena del Alcor, con unos 30 seguidores villalbinos, en mañana nublada y a ratos soleada, con unos 25 grados de tempertura. Césped irregular, regado antes del partido y al descanso.