Los aullidos de Lobo Cojo

“El deprimente estado en el que se encuentra el túnel-parking de Honorio Lozano, obra ‘póstuma’ del régimen josepablista, sólo es consecuencia de la dejadez, negligencia, apatía y desinterés mostrada hasta ahora por la empresa concesionaria del mismo, una entidad que tiene muy claro cuáles son derechos (“si no me pagan el canon anual me voy al juzgado y embargo los bienes del Ayuntamiento”), pero no sus obligaciones, entre ellas la de mantener en perfecto estado ese ‘agujero negro’ (túnel) cada vez más deteriorado, sucio, sin luces, sin coches y hasta sin alma. ¿Y qué me dicen de los dos estacionamientos subterráneos? La suciedad y la oscuridad impera tanto en el parking de la biblioteca como en el de Honorio Lozano, con los accesos peatonales llenos de pintadas, con los servicios cerrados a cal y canto y con unos ascensores que funcionan día sí, día no. Y lo entiendo, porque Concesionaria Villalba S.A. desde el momento en el que firmó su multimillonario contrato de 111 millones de euros ya hizo caja. ¿Para qué preocuparse ahora? Sabe que hasta el año 2040 el Ayuntamiento tiene la obligación de pagarle alrededor de 2 millones de euros (unos 330 millones de pesetas), haya coches o no, esté limpio o sucio, porque así lo recoge el contrato ‘leonino’ firmado por JP. Si de mí dependiera, dice Lobo Cojo, cerraría hoy mismo y por decreto este ruinoso mausoleo faraónico y luego pediría explicaciones al concesionario, a los que proyectaron, promovieron y construyeron esta obra y al ‘sursum corda’ ¿Que no las dan? Pues al Juzgado y que los jueces se pronuncien de una puñetera vez sobre esta tomadura de pelo”.