Prácticas caciquiles, “almuerzos protocolarios” y asuntos taurinos en Moralzarzal

Según han denunciado varios trabajadores y vecinos de Moralzarzal que a lo largo de los últimos días se han puesto en contacto con este periódico, la publicación la semana pasada de una noticia relacionada con la apertura de un expediente a un Policía Local por las declaraciones que realizó hace meses en programa de televisión fue recibida con la retirada sistemática de los ejemplares de El Faro del Guadarrama. Una situación que no es nueva y que ya nos hemos encontrado antes en otros ayuntamientos de la Sierra, siempre con el denominador común de informaciones críticas con el gobierno de turno. Es, sin duda, un lamentable ejemplo de las prácticas caciquiles que parecen haberse impuesto en las distintas áreas de este Ayuntamiento.

Una pataleta ridícula que, por otra parte, no tiene ningún recorrido más allá de poner de relieve el verdadero talante de sus protagonistas. Pese a estos intentos, la citada noticia se convirtió la semana pasada en la más vista en la edición digital de este medio, lo que en definitiva viene a subrayar la preocupación que hay por la actuación del Equipo de Gobierno en este y otros temas, caso del proyecto para crear un campo de golf rústico en la Dehesa Vieja o la resurrección de los planes urbanísticos en Los Praderones.

Es un episodio más que sumar a la errática gestión del Ejecutivo que encabeza José María Moreno, que precisamente estos últimos días trataba de justificar el polémico gasto de 1.500 euros en comidas y “almuerzos protocolarios” con distintas personas vinculadas al mundo de los toros. Este gasto, decía el regidor, no deja de ser una inversión para el municipio. Y si fuera así, ¿no existen los despachos para tratar este tipo de temas? ¿O es mejor negociar en restaurantes y no de menú del día precisamente- y cargar luego la factura a las arcas municipales? Se trata, en definitiva, de la necesidad de actuar con absoluta transparencia y responsabilidad, más aún si el propio alcalde actúa como apoderado del novillero cordobés Mazzantini, que el año pasado actuó en la propia plaza de toros de Moralzarzal y que también realizó su primer paseíllo en la Monumental de Las Ventas.