Romero Serrano también dejó al Villalba con 10 en su visita al Majadahonda

La expedición del CUC Villalba se vino con mal sabor de boca por el arbitraje de Romero Serrano ante el Atlético C. El colegiado, que pitaba por segunda vez a los amarillos esta temporada en el Cerro del Espino, volvió a dejar al equipo con diez, al igual que sucediera en la derrota de la primera vuelta ante el Rayo Majadahonda (1-0). Si entonces fue Campillo el que se fue antes de tiempo por supuestas protestas, el domingo pasó lo mismo con Eloy, sin contar con el penalti no señalado por mano en el área atlética con 0-1 en el marcador. “Fue clarísima”, juzgó Linares, que vio el partido desde la grada. En esa línea se mostraron los aficionados villalbinos desplazados, algunos indignados con el diferente rasero aplicado por el trencilla en el reparto de tarjetas. Se da la circunstancia de que en la anterior derrota ante el Puerta Bonita, la de la expulsión y los seis partidos de sanción a David Gordo, también se anuló un gol legal a los serranos.

Más allá de la polémica, también hay autocrítica. Jugadores como Olmedo señalan que Romero Serrano “es un árbitro que no se corta, que aplica el reglamento a rajatabla. Quiere cumplir con el informador y no admite protestas. Unas veces le toca al otro equipo y otras a nosotros, depende. Creo que también nosotros nos fuimos del partido”.