Mayoral planea dejar la presidencia en la Asamblea de final de temporada

Hay un presidente desgastado que dirige un club en máximos históricos deportivos. “Cansado, estoy. Y quemado, porque llevo cuatro años tan intensos que parecen diez”, admite Jacinto Mayoral, el presidente del mejor CUC Villalba de la historia (con 50 puntos ya ha batido su mejor registro en Tercera). Cumple cuatro años de mandato y el club tenía idea de convocar Asamblea este mes, para admitir, o no, su renuncia, para elegir, o no, nueva junta directiva. Sin embargo, la excepcional marcha del equipo, líder destacado, aconseja no cargar el ambiente con un debate que puede marcar el futuro de la entidad. Mayoral ni asegura ni descarta su continuidad, pero extramuros ya se sabe que ha consensuado con directivos y asesores el aplazamiento de la decisión, tras algún amago de dimisión. La sostenibilidad económica del club está detrás de un desgaste que alcanzó su punta la pasada temporada, con meses de atrasos en los pagos a la plantilla e incluso a los monitores de la escuela. Ajustado el presupuesto hasta lo mínimo en Tercera, este curso la situación, si no boyante, es mejor: “Tenemos previsiones claras de ingresos, algo que el año pasado no teníamos, aunque todavía tienen que entrar cosas”, explica Mayoral.

Mientras, el gran rendimiento del equipo añade otro factor de duda al presidente, camino de un histórico play-off. Manu, capitán y experto en mil batallas cree que “lo único que veo que nos puede afectar son las lesiones”. Y con el Villalba a ritmo de campeonar, aparece la marca Segunda B. Un sueño para el pueblo y un problema para directiva e instituciones. Es tiempo de calculadoras.