Multas de tráfico a distancia
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
La última modalidad de infraccionar es la releche porque, agárrense los machos, ahora hay policías que te multan a distancia. Como lo oyen. Y no multan al conductor sino al coche. Así, de lejos, por la ‘observancia’ visual y sin mancharse las manos. Sentaditos a distancia y diciendo que no se detuvo al vehículo porque hacerlo, según reza la multa a la que yo he tenido acceso, habría causado un peligro para la circulación. Vamos, que era peor el remedio que la enfermedad. Me dan ganas de anotar matriculas y mandar cartas de amor recaudatorias sin preocuparme de quien conduce, y lo que es peor, sin preocuparme de si, verdaderamente, ese conductor que, supuestamente, ha infringido la ley, puede seguir haciéndolo hasta ocasionar una desgracia mayor. Yo me limito a chivarme de que un coche ha hecho algo malo. No detengo al conductor, para qué. No castigo la infracción al momento, para qué. No evito quizás futuros males, para qué, Tan sólo me aseguro que alguien pagará una multa. Tan solo eso. Así de sencillo. Quizás el dueño del coche no conducía, quizás el vehículo era robado; quizás conducía un menor, y qué. La multa le llegará al dueño del coche al que puse una multa sin reconocerlo y sin detenerlo. Qué más da. Que pague.