Los aullidos de Lobo Cojo
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
“Hace poco más de un año, tras el tortazo electoral que los villalbinos propinaron a JP, me atreví a pronosticar la larga y compleja travesía por el desierto que habrían de afrontar los socialistas villalbinos antes de poder recuperar parte de su prestigio político. Tras la caída del ‘josepablismo’, consecuencia de sus muchos e irreparables errores y sin un líder capaz de llevar la nave socialista a buen puerto, lo poco que quedaba de la Agrupación local se lo repartieron Juan José Morales y Rosana Crespo que, en vez de unir sus fuerzas, mantienen una preocupante lucha fratricida. Y lo grave es comprobar cómo estas dos ‘familias’ anteponen sus intereses personales a los ideológicos, de ahí que resulte muy difícil que puedan llegar a ponerse de acuerdo, dice Lobo Cojo. Creo, pues, que no estaría de más recordar aquello que, a modo de profecía, escribíamos en julio pasado en esta misma columna y que decía así: “En una ciudad oprimida por los desmanes de sus líderes políticos, la hipocresía y la mentira giraban igual que el viento en torno a ese ser que ordenaba y mandaba y cuya fecha de caducidad se circunscribía al tiempo que estuviera ocupando la ‘poltrona’. El fenómeno controló con mano de hierro durante dos décadas el socialismo local y sólo tras su caída la Agrupación acabaría convirtiéndose en un conglomerado de indiferencias y envidias. De aquellos polvos, estos lodos. Aún así JP, no parece dispuesto a resignarse y esperará paciente otra oportunidad, mientras en su retiro recuerda aquello de: “Retirado de la paz de estos desiertos / con pocos pero doctos libros juntos / vivo en conversación con los difuntos / y escucho con mis ojos a los muertos.”