Valdemorillo: una poltrona muy disputada

Valdemorillo cuenta con todos los aditivos para convertirse en uno de los municipios de la Sierra del Guadarrama donde la lucha por conseguir una acreditación de edil en los próximos comicios va a ser encarnizada. O al menos eso es lo que hemos detectado estos días en el entorno de las distintas formaciones políticas que, o bien actualmente cuentan con representación corporativa o, por el contrario, piensan obtenerla en mayo de 2007. Y no se alarmen, porque esto no ha hecho más que empezar, es decir, aún nos encontramos en una fase de precalentamiento donde los aspirantes a ejercer el poder local sólo han puesto en marcha los ventiladores del descrédito y el insulto al grito de ¡sálvese quien pueda!. De momento, tal vez sea para mantenerse al margen de estas luchas intestinas o simplemente porque así se lo exige su condición de regidora, la única que parece no estar dispuesta a secundar este juego es la alcaldesa, Pilar López Partida, lo que no quiere decir que esté perdiendo el tiempo, e incluso es posible que tenga perfilada su estrategia tanto si es elegida por el PP para que vuelva a encabezar estas siglas (algo bastante probable), como en caso de tener que volver a sus orígenes y presentarse como independiente. A su favor cuenta la amplia experiencia obtenida en estos años de concejala, primero, y regidora después. En su contra estarán los polémicos convenios urbanísticos firmados con algunas empresas propietarias de suelo y la compleja redacción de un PGOU que, según sus detractores, sólo beneficia a algunos de sus amigos . Evidentemente, sus adversarios van a utilizar estos dos temas para desprestigiarla, más en unos momentos donde todo lo que esté relacionado con presuntos tratos de favor a promotoras y constructoras es carne de cañón.

Tampoco lo va a tener fácil el PSOE pese a los esfuerzos realizados en los últimos meses por Belén Aguado para intentar devolver a su partido la credibilidad perdida tras los devaneos protagonizados por Luis García, candidato socialista en 2003 y que, gracias a los apoyos poselectorales con los grupos independientes, llegó a la alcaldía, un cargo que ocupó hasta que prosperó la moción de censura presentada al alimón por el PP y Jesús Sabugo, que curiosamente era su edil de Urbanismo. Afectado, suponemos, por el síndrome político de Estocolmo o animado vaya usted a saber por qué interés, lo cierto es que García no sólo perdonó a Pilar López y a Sabugo el hecho de que le arrebatasen la alcaldía, sino que además aceptó compartir, como un edil más, las tareas del nuevo Ejecutivo, aunque esto le costase la expulsión del PSOE. Por eso, los socialistas no van a tener nada fácil ganar las próximas elecciones, sobre todo si el candidato viene impuesto desde Madrid, como sucedió en los anteriores comicios. ¿Apostará la Ejecutiva del PSM por Belén Aguado?. Sin ánimo de ofender a esta edil, persona trabajadora y respetable, aquí bien podríamos decir aquello de más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer, aunque tras lo de Miguel Sebastián, de Ferraz se puede esperar cualquier cosa.

En cuanto a Izquierda Unida, debo decir que todos los rumores indican que sus dirigentes no están de momento muy animados a comparecer en las elecciones de mayo. La experiencia vivida en la última convocatoria electoral, donde apenas consiguieron el 3,5 por ciento de los votos y el hecho de no contar con un candidato consolidado en esta localidad, capaz de garantizar al menos un acta de concejal, hace que IU siga sin pronunciarse al respecto. Todo lo contrario sucede con los grupos independientes, siempre dispuestos a dar la batalla al ser conscientes de su protagonismo a la hora de formar gobierno en Valdemorillo. Tengo la sensación que una vez escrutados los votos de la próxima convocatoria electoral, volverán a convertirse en algo así como la novia más guapa del baile, sobre todo para PP y PSOE, porque aunque a priori todo indica que estos dos partidos van a ser los más votados, las mayorías absolutas cada vez son más difíciles, por no decir casi imposibles; por eso no tendrán más remedio que pactar con alguno de estos grupos si quieren gobernar. Y esto lo sabe perfectamente Carmen Villanueva, cofundadora de PIVALDE y una de las políticas más destacadas en la actual legislatura por su labor como opositora a un Ejecutivo que en muchos momentos le llegó a negar el pan y la sal, sin que esto la desanimara a seguir con su ímprobo trabajo, sino todo lo contrario, de ahí que se convirtiese en artífice de interesantes debates plenarios y de muchas de las denuncias aparecidas en distintos medios de comunicación (viviendas sociales, PGOU, proyecto de construcción de la cubierta de la plaza de toros, convenios urbanísticos, contrato de limpieza urbana, etc). Villanueva puede convertirse, sobre todo si se rodea de personas capaces de dar confianza al electorado, en una de las más firmes opositoras a López Partida a la hora de hacerse con la poltrona municipal, aunque para ello tendrá que superar importantes obstáculos, entre ellos convencer a sus vecinos de que va a seguir luchando por su pueblo y que no va a ceder a las presiones de los poderes fácticos
En cuanto a la posible presencia de Jesús Sabugo al frente de Nuevo Valdemorillo, poco podemos añadir a lo que ya ustedes saben. Después de su escabrosa legislatura, donde en menos de cuatro años fue responsable de Urbanismo tanto con el PSOE como con el PP, su credibilidad política está bajo mínimos, por eso no creo que Sabugo, político veterano e inteligente, cometa el error de volver a presentarse. Otra cosa es que abandone la política, En cuanto al resto de las opciones independientes, poco se sabe, excepto del Grupo Progresista, donde algunos dicen que Marta Larred volverá a ser su alma mater.