Castella, Morenito y Alcurrucén, lo mejor en una semana discreta

La segunda semana de San Isidro ha estado marcada por un tono discreto. Buenas cosas sueltas, pero sin concretarse del todo. Unas veces por culpa de los toreros, que no han sido capaces de acoplarse a sus oponentes, y otras, las más, por la poca raza y fondo de los toros lidiados. En el cuadro de honor hay tres nombres propios: Sebastián Castella, Morenito de Aranda (cada uno cortó una oreja) y la ganadería de Alcurrucén, que lidió hasta tres toros con muchas virtudes. También hay que destacar las buenas actuaciones de Iván Fandiño y Miguel Ángel Perera, así como la vuelta al ruedo de Matías Tejela.

Castella tuvo una actuación muy meritoria y de muchos redaños frente a la corrida de Victoriano del Río jugada el jueves 17. El francés sufrió una cornada que incluso llegó hasta el hueso de la pelvis. Se mantuvo en el ruedo, realizando una labor importante que fue rematada de un buen espadazo. Oreja de ley. José María Manzanares dejó algunas fases muy estéticas sobre la mano derecha, aunque a su trasteo le faltó un punto para concretarse.

Alejandro Talavante también brilló con luz propia y a punto estuvo de tener premio de no haberse demorado con la espada. Su labor tuvo expresión y temple, siempre con la quietud y ajuste del que hace gala el torero extremeño.

Buena corrida de Alcurrucén
Ganaderamente hablando, la mejor corrida fue la de Alcurrucén lidiada el martes 22 dentro de un festejo muy entretenido a pesar de no pasearse trofeos. A las manos de El Cid fue a parar el astado de mejor condición de todo el serial. Bravo y de gran calidad fue Fiscal, con el que el diestro sevillano estuvo demasiado ligero y no acabó de encontrarle el punto.

Miguel Ángel Perera realizó posiblemente la faena más paciente en lo que va de feria. Ya había brillado en un gran quite por gaoneras para luego realizar un espectacular inicio de pases cambiados. Lástima que la espada no cayera arriba.

Iván Fandiño también llevó la emoción con un toro de trepidante embestida sobre el pitón derecho. El trasteo perdió fuelle sobre la mano izquierda y luego no acertó con la espada. Mantiene su cartel ante una afición que le espera y le mima.

Una oreja de peso fue la conseguida por Morenito de Aranda, diestro que está ganando crédito esta temporada a pasos agigantados. Lo hizo, el lunes, ante un sobrero de Carmen Segovia de buena condición y mucha fijeza. El de Aranda dejó series de mucha calidad y empaque, abrochados con estupendos pases de pecho. Aprovechó muy buen al toro, en una demostración de cómo se corta una oreja en Madrid con pocos pases pero muy buenos.

Los toros de Torrestrella lucieron buena estampa en la tarde del sábado, aunque al encierro le faltó empuje. Con el mejor toro Matías Tejela manejó con soltura capote y muleta. El espadazo en la yema ayudó a la vuelta al ruedo.

La noticia más triste de la semana fue ver cómo en la despedida de El Fundi éste escuchaba los tres avisos y el descomunal toro de Guardiola regresaba vivo a los corrales. La tarde dominical estuvo marcada por la incesante lluvia y una peligrosa corrida que sacó muchos problemas a la hora de la suerte suprema. Fundi, Uceda y una actuación muy seria de Rubén Pinar merecen todo el reconocimiento de la afición de Madrid.

Regreso descafeinado
El regreso de Juan Pedro Domecq tras su éxito en el pasado San Isidro estuvo emborronado esta vez con una corrida muy descafeinada y muy venida a menos. Morante de la Puebla sólo pudo dejar algunas pinceladas ante un toro noble y a menos. También realizó un quite a la verónica de mucho pellizco y gran expresión.

Talavante, que entró sustituyendo a Cayetano, anduvo por encima de la condición de un toro al que le faltó romper. Templó bien las embestidas, pero el ejemplar del siempre recordado ganadero echó demasiado pronto la persiana. El confirmante Juan Pablo Sánchez demostró ser un diestro mexicano que quiere torear despacio, como así hizo con su segundo oponente.