Acción Plural cree que el “guión de Prado Nuevo está preestablecido”
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
La polémica de Prado Nuevo ha sumado esta semana un nuevo protagonista con las declaraciones del portavoz de Acción Plural, Mariano Rodríguez, para quien el Ayuntamiento ignora el convenio urbanístico suscrito en los años 90, acusando al Ejecutivo de dejar “a los promotores de las apariciones que hagan lo que les apetezca, en detrimento de los intereses públicos y generales de los escurialenses”.
El convenio, que se remonta a la época en que el propio Rodríguez fue alcalde (1991-1995, entonces con el PSOE) y que nunca se ha llegado a desarrollar, establecía un aprovechamiento de 35.000 metros cuadrados para uso residencial y comercial (incluyendo 400 viviendas entre la variante de la carretera y la avenida de la Fresneda)y unos 650.000 metros cuadrados de suelo rústico protegido, de cesión para el municipio, agrupado en Prado Nuevo, Prado de las Calles y Prado Río.
Aprovechamiento urbanístico
“Parece claro que a la actual propiedad de la finca, relacionada con el sofisticado montaje de ingeniería legal y trama de entidades promovido por la secta psico-religiosa del fenómeno milagrero, no le interesa el aprovechamiento urbanístico incluido en el acuerdo porque ello supondría desprenderse, entre otras cosas, de la finca en la que está situado el árbol sagrado, lo que equivaldría a perder la gallina de los huevos de oro”, indica Rodríguez.
Por otra parte, el edil de la oposición está convencido de que “se buscarán las vueltas para encontrar un resquicio, para buscar el ropaje jurídico conveniente, en un guión que ya está preestablecido de antemano para alcanzar el resultado deseado”, añadiendo que en la zona ya existe una “suficiente e incluso excesiva” concentración de lugares de oración.
Respecto a la licencia para la construcción de la ermita, que el Equipo de Gobierno que dirige Antonio Vicente (PP) aseguró estar estudiando, el concejal afirma tener la convicción de que ya está aprobada y que “únicamente las fiestas locales de San Bernabé y la eventualidad de que se puedan producir protestas y movilizaciones durante su celebración han recomendado no hacer pública la decisión”.
En este sentido, el representante de Acción Plural señala que el alcalde “pone su firma obediente a una decisión tomada de antemano por designios superiores, con los que está plenamente de acuerdo. Para unos y otros, el procedimiento y los informes una mera cuestión de formas de cara a disimular un acuerdo entre los diversos operadores de este circo. Un acuerdo que significaría cargarse el suelo rústico del especial ecosistema de dehesa de fresnos no asociada a humedal, además de otras implicaciones sociales, como las que afectan al tipo de pueblo que pretenden, del modelo de desarrollo que conlleva y que El Escorial sea un deplorable referente mundial del vergonzoso anticientifismo que supone esta superchería del más casposo fanatismo fundamentalista”.