Problemas en ‘La Pocilla’

A diferencia de otros años, en los que la información era clara, pública y accesible en el propio centro a través de listas expuestas (de admitidos, en espera, grupos, horarios, etc.) esta vez se nos ha ‘facilitado’ (si procede el término) de forma verbal, personalizada, semiclandestina, confusa, desorganizada y contradictoria, siendo el caso que lo indicado en cada momento por el personal de conserjería en relación con dichas cuestiones era sistemáticamente desmentido a continuación, bien por el propio gestor en su despacho (al que se nos remitió en todo momento como último responsable), bien por los profesores de los cursos, quienes igualmente contaban con información insuficiente, no disponían de listas y directamente se limitaban a aceptar o no al alumno en su grupo en función de su propio criterio, a falta de directrices claras o más información.

Especial mención merece la falta de difusión del resultado del surrealista sorteo destinado a ‘adjudicar’ plazas que luego resultaron ser en la práctica virtuales.

En algunos casos, además, para encontrar con que, una vez matriculados (sin justificante alguno que lo acredite, por cierto) constatar que:
1.- No era viable materialmente la inscripción, puesto que “aún no se han ubicado a los antiguos alumnos y no sabemos qué vamos a hacer con los nuevos” (sic). 2.- Mediado el mes de octubre aún no habían comenzado las clases para los nuevos alumnos como consecuencia del notorio caos de gestión descrito.

Denunciadas estas deficiencias, individual y colectivamente, al concejal de Cultura del Ayuntamiento y al responsable de la empresa gestora, y ante la falta de soluciones de ambos, dirigimos finalmente este escrito al señor alcalde.