Descalificaciones en vez de argumentos

Es sorprendente la frecuencia con la que en nuestro país se recurre a la descalificación, en vez de responder con argumentos a los posicionamientos políticos del representante de un colectivo. Me estoy refiriendo en este caso a la carta de Ángel L. Navarro de la semana pasada arremetiendo contra el portavoz de Acción Plural de El Escorial, Mariano Rodríguez, a quien acusa de “guerracivilista” por no secundar el homenaje que el PP organizó recientemente contra el terrorismo. Curioso que el epíteto sea utilizado con insistencia desde posiciones que, pasados más de 70 años, siguen negando que el alzamiento del 18 de julio fuera un golpe de estado, así como el calificativo de dictadura al régimen que siguió el enfrentamiento civil que éste provocó. Todavía queda en España mucha culpa y excesiva caspa franquista que no quiere que se hable, se debata y se analice esta parte de nuestra historia. Lo que no lograrán es que se siga defendiendo democrática y honestamente las posturas que cada persona o grupo consideren convenientes oponiéndose, como en este caso, a la manipulación política de un tema como el terrorismo. Divo, progre, plató de Sálvame, líos de faldas, etc., etc.... Me suena demasiado y... me temo que a nada bueno. Un saludo.