Desunión total

Momento delicado. Pocos festejos, crisis, sobrante de toros y novillos en el campo. Los ganaderos pasándolas canutas y el pienso caro. Mucho ganado va directamente al matadero ante la desesperación de sus propietarios al no poder darle salida.

Los pueblos, con pocas ganas de dar toros y fomentar la Fiesta. Unos porque no tienen casi para abonar las nóminas de los trabajadores y otros porque tienen una coartada perfecta para dar una patada a los toros. El Palacio de Vistalegre de Madrid cerrado a cal y canto y la feria de invierno que desaparece sin pasar nada de nada.

Afortunadamente, en todo hay una salvedad y muchos seguirán apostando por los toros: Guadarrama, Villalba, Moralzarzal, Collado Mediano, Becerril o Navacerrada.

A todos estos problemas se suma el de los derechos de imagen los toreros. Los empresarios pagando mucho dinero por llevar a figuras y televisión a sus plazas. Posible veto empresarial contra El Juli (alma mater del G-10 junto con Cayetano). La independencia y el mover el cotarro en cabeza tiene un alto precio. Con la crisis y menos figuras en los carteles faltará gente a las plazas. Y la Mesa del Toro, ¿qué dice de todo esto? ¿Las figuras preocupadas por ganar más dinero? ¿Los empresarios no quieren repartir la tarta de los derechos de imagen de forma más equilibrada?
Demasiados frentes abiertos. Demasiados intereses cruzados. Y los antitaurinos con el ventilador encendido siempre que pueden. La cosa no pinta nada bien. José Tomás podría poner remedio en Sevilla a la sangría de abonos, pero tampoco hay pacto. Entre todos la vamos a acabar matando.