Buena temporada y mucho público en las plazas de toros de la Sierra
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
El año 2011 ha sido en la Sierra escaso en cuanto a celebración de corridas de toros se refiere. Tan sólo cuatro festejos mayores, dos en Valdemorillo, uno en la feria de Santiago Apóstol de Collado Villalba y la tradicional corrida de toros de San Lorenzo del Escorial, que a la postre fue el festejo más brillante de todos.
Aparicio, El Cordobés y sobre todo Daniel Luque protagonizaron una gran tarde el 10 de agosto frente a un excelente encierro de Juan Pedro Domecq. Los dos primeros abandonaron a hombros el coso del bello municipio serrano y destacó el buen toreo con capote y muleta del sevillano, así como el carisma de El Cordobés. También el veterano Aparicio dejó pinceladas de su artístico toreo.
En Collado Villalba, el día del patrón Iván Fandiño estuvo sensacional ante un toro de mucha calidad y bondad de Hilario Serrano. Lo toreó bien de capa y la faena tuvo hondura, valor y la pureza que atesora este diestro. En los tres toros que estoqueó fue el gran triunfador, mientras que Morenito de Aranda no tuvo su tarde. Destacar el casi llenó que registró la plaza y el brillante estreno como empresa del Ayuntamiento, que llevó a cabo una gestión con resultados más que satisfactorios.
También se celebró una novillada con picadores de Flor de Jara, con mucha romana y en líneas generales potable y buena. Destacaron los triunfos de Juan Carlos Rey y Víctor Barrio, además la cornada que sufrió Sergio Sánchez, que pagó con sangre una actuación más que digna.
Pero la temporada 2011 se abrió una vez más con la tempranera feria de Valdemorillo. Fandiño dio aquí el primer toque de atención frente a un encierro de Peñajara que sacó movilidad. César Jiménez consiguió cortar una oreja a cada uno de sus ejemplares de Buenavista, pero no acabó de redondear y de acoplarse frente al mejor toro de todo el serial serrano.
Las novilladas, un referente
Las ferias de novilladas han sido el eje donde ha pivotado la temporada en la comarca. La mayoría de los ciclos se han visto obligados a reducir festejos por la crisis, pero aún así todavía se han dado novilladas suficientes como para que la zona Noroeste sea todo un referente para los que comienzan y un trampolín de futuro. También se han celebrado un buen puñado de novilladas sin picadores, y es que estos festejos han aumentado de forma palpable en el año que acaba de concluir.
Moralzarzal, Guadarrama y Collado Mediano han sido las tres plazas más importantes y de mayor repercusión. En Guadarrama se ofrecieron tres novilladas y la asistencia de público volvió a crecer una temporada más. Este ciclo está consolidado, lo que pasa tiene una enorme repercusión y el coso serrano ha registrado grandes entradas. El trabajo de su Consistorio se nota y continúa dando resultados.
El madrileño Fernando Adrián abrió la puerta grande tras desorejar a un bravo novillo de Montealto premiado con la vuelta al ruedo dentro de un conjunto más que aceptable.
También hay que destacar la buena novillada de Jandilla, con tres utreros de buena nota y donde triunfaron con fuerza la raza y las ganas de Rafael Cerro y el bien aprendido oficio de Víctor Barrio. El lunar de la feria fue la descastada novillada de Alcurrucén, ante la que Sergio Flores y David Galván pusieron deseos pero poco más pudieron hacer.
Moralzarzal celebró cuatro novilladas con picadores, donde hasta en tres tardes ocurrieron cosas de relevancia. La vacada de La Guadamilla lidió una novillada encastada y donde rompieron a embestir tres ejemplares de una manera fantástica. Fernando Adrián volvió a ratificar su buena racha y puntuó en esta decisiva feria que es muy esperada por la afición serrana.
También se destapó en esta novillada el cordobés Mazzantini, que causó una grata impresión pero se fue sin trofeos por errar con la espada. Otro que salió por la puerta grande fue Mario Alcalde, que aprovechó el lote más potable de la honda y cuajada novillada de El Retamar Adrián de Torres también se impuso con decisión y valentía ante los ofensivos ejemplares de La Plata.
El de Collado Mediano es otro ciclo donde el buen trabajo está dando fruto. Buenas entradas de público, ambiente y aspectos interesantes. De las tres novilladas celebradas este año cabe destacar los encastados novillos de José Escolar, que desgraciadamente no se encontraron con unos novilleros capaces de entender a novillos de embestidas que exigen. Emilio Huertas fue el único que supo sacar partido a su lote.
Los utreros de El Torreón no acabaron de romper, aun dejándose mucho. Rafael Cerro y López Simón puntuaron aunque por culpa de la espada no pudieron obtener triunfos de mayor repercusión. Fernando Adrián volvió a ser protagonista en otra feria de novilladas. En esta ocasión frente a un lote de El Retamar que no se lo puso fácil.
También merece ser recordada la novillada sin picadores con el hierro del Conde de Mayalde.