El movimiento 15-M y la libertad
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Por voluntad de los vecinos de Collado Villalba, el Partido Popular consiguió el pasado 22 de mayo una aplastante mayoría absoluta, lo que le teóricamente le va a permitir gobernar este Consistorio de una forma holgada. Tras el acto de investidura de Agustín Juárez López de Coca como nuevo regidor local, ha llegado el momento de pasar de las palabras a los hechos, unos hechos que pueden estar sujetos a importantes dificultades, más con unas arcas municipales al borde de un ‘ataque de nervios’.
Desde esta perspectiva es lógico y normal que cuando se produce un cambio de mayoría y de gobierno, el nuevo Ejecutivo además de requerir a sus antecesores la pertinente e indispensable documentación para consumar el relevo de poderes, encargue una auditoría interna a fin de conocer con detalle la situación económica, financiera y, sobre todo, de liquidez de la tesorería local. Para curarse en salud y siguiendo la estrategia marcada desde la calle Génova, para el PP resulta prioritario conocer todos los datos precisos y disipar las sospechas de ocultación de información que haya podido producirse en los escasos contactos habidos hasta ahora con los concejales salientes.
Con una deuda millonaria (casi 40 millones de euros sólo a entidades bancarias), con los cajones repletos de facturas de pequeños y medianos proveedores y con cerca de 5.000 parados, el nuevo gobierno popular de Agustín Juárez va tener que hilar muy fino si quiere evitar la bancarrota de la institución municipal. De ahí la necesidad de poner de inmediato sobre la mesa las medidas encaminadas tanto a crear empleo como las políticas sociales orientadas a favorecer sobre todo a los colectivos con riesgos graves de exclusión social y económica, sin que ello conlleve recortes en los servicios públicos más básicos.
La expectación levantada por la llegada, por segunda vez en este periodo democrático, del PP al seno consistorial villalbino es mucha y está justificada, sobre todo, por el respaldo mayoritario que los ciudadanos le han dado a su candidato, Juárez López de Coca, para que les saque del agujero en el que les ha metido 12 años de gobiernos ‘progresistas’. De ahí que algunos ciudadanos hayan aprovechado algunos lapsus o errores cometidos durante el desarrollo de las fiestas de San Antonio para, sin esperar siquiera a los 100 días protocolarios de gracia que se suele dar a los nuevos Ejecutivos, realizar algunas tímidas críticas. También hay bastante interés en conocer la dosis de talante de los nuevos gobernantes con los grupos de la oposición, con los ciudadanos, con los agentes sociales y otros colectivos cívicos. Y sobre todo la curiosidad se incrementa a la hora de ver como se concretarán las medidas de austeridad anunciadas por el nuevo alcalde en el acto de investidura y en conocer los datos de la auditoría que servirá para esclarecer el estado económico y financiero de este Consistorio y las medidas que deban adoptarse, así como y de qué manera se deben aplicar los ‘tijeretazos’.