La anorexia, Cibeles y un café

Hace unos días escuché las declaraciones de Leonor Pérez Pita, directora de la pasarela Cibeles, y cuanto menos me gustaría felicitarla porque he sufrido anorexia durante más de seis años. Me hospitalizaron y mi familia llegó a temer por mi vida. Gracias a los míos y a un equipo fantástico de la clínica López Ibor, hoy puedo contarlo.

La señora Pérez reflexionaba sobre lo que es ser modelo de pasarela: las modelos tienen que ser altas y delgadas, como han sido siempre, pero no han de ser un saco de huesos. Han de ser, como su propio nombre indica, un modelo saludable a seguir. Desde aquí me gustaría felicitar a la directora, pero también a Esperanza Aguirre, que ha sido quien ha promovido que se midan y tallen las modelos. Me parece que quien defiende las libertades de las modelos debería conocer más de cerca los problemas en los que estamos sumidas las anoréxicas. La sociedad en ningún caso ha de promover que una mujer deba estar en los huesos para considerarla guapa, porque no es natural. La belleza se encuentra en los hábitos saludables, tanto alimenticios como mentales.