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El martirio de San Román

El martirio de San Román
Por ALFREDO FERNÁNDEZ
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
El martirio de la Semana Santa llegó el Viernes Santo con la muerte del Señor y luego con el anuncio de la vuelta de la ganadería de Antonio San Román al festivalito de El Gorronal. Una verdadera flagelación para la afición de Villalba y un castigo mayúsculo para los que llevamos años sufriendo esta divisa de la mano de ese monstruo empresarial llamado Tomás Entero. En esta ocasión se trata de seis novillejos que, en vista de la nula comercialización de esta ganadería, su propietario quiere hacer limpieza de corrales como sea y lidiar, aunque sea en un corral de gallinas. Puede que el regreso de esta defenestrada vacada venga motivado a modo de reconocimiento. Quizá Entero quiera homenajear a su fiel amigo, el alcalde villalbino, José Pablo González, y más ahora, cuando posiblemente esté haciendo las maletas para abandonar su acomodada poltrona.

Ya saben que los toros de este constructor se caen tanto como los muros de la Ciudad Deportiva de la que también él es responsable, y qué mejor premio que volver por sus fueros a Villalba, donde tanto ha lidiado y fracasado. Los vecinos sí le recordarán de por vida...

Y dejando homenajes a un lado, la vuelta de seis novillitos a esta ciudad puede tener truco. Tomás Entero no da puntada sin hilo y la jugada le puede salir redonda. Seis becerros meones en un festival pueden acabar “dejándose”, como dicen los taurinos. Con muy poca gente en los tendidos, como es de suponer, y si en la presidencia aparece Carpanta, puede ocurrir que hasta a algún novillo de San Román le acaben dando la vuelta al ruedo. No falla. Va a ver cuatro en la plaza. Estarán los que tienen que estar: la Divina Comisión de “elegir los toros”, los políticos, la prensa pesebrera... con estos alicientes bastará para que todos se convenzan de que en la próxima feria de Santiago, que si el Partido Popular no lo remedia volverá a organizar el empresario de cabecera de Villalba, acabe lidiando una corrida de toros como “premio” a este gran espectáculo que se prevé. Los toros de San Román han desaparecido del circuito de los pueblos, no se lidian en ninguna parte. No vende un pitón. Entero tiene que comenzar a colocar sus toros como sea y como agradecimiento a ese pacto que existe en plazas como Valdemorillo, Pozuelo de Alarcón o Navalcarnero. Es el trueque de intereses de esta panda. Se les ve venir de lejos.
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