GALAPAGAR: Destacan los Hierros de Escolar y Pérez Villena y desilusiona Cebada Gaco
Joselito Adame, firme candidato a alzarse con el ‘Galápago de Oro’
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
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Serrano pudo llevarse llevarse tres orejas, pero sólo cortó una |
La feria de Galapagar, organizada oir el Ayuntamiento y la Comisión de Festejos, ha tenido muchas cosas dignas de resaltarse. Ha sido un abono donde han roto a embestir muy bien utreros de Escolar y Pérez Villena y donde Joselito Adame o Sergio Serrano han tenido actuaciones muy prometedoras, entre otros novilleros que han tocado pelo.
Otro aspecto muy importante es la formidable asistencia de público a la plaza y la seriedad del palco en lo que a concesión de orejas se refiere.
El jueves 14, en tarde fría de temperatura, se lidió una novillada torista con el hierro de José Escolar. El festejo tuvo dos partes totalmente opuestas. La primera, con tres novillos impresentables y de pésimo comportamiento por mansos y alguno peligroso, como tercero. Y una segunda parte con interés y con utreros mejor presentados, sobre todo el que hizo cuarto, que ofrecieron un comportamiento muy bueno por su casta y movilidad.
Abría cartel Benjamín Gómez, que no pudo hacer nada con su primero, de nula condición. Sin embargo, estuvo muy importante con el cuarto, un Escolar de fino tipo, muy astifino y asaltillado de juego encastado y agresivo. El animal, que tomó dos varas de bravo, tuvo temperamento en el tercio final y Benjamín no se arrugó en un trasteo muy firme y donde corrió la mano con suavidad, garra y sin importarle el viento. Tras una estocada se le concedió un trofeo de peso.
Sergio del Valle también cortó una del quinto novillo. Un utrero que humilló de verdad y se desplazó con largura por ambos lados. Del Valle estuvo voluntarioso pero no terminó de estar a la altura de su oponente, buscando el aplauso fácil.
La terna la completaba Jesús del Monte, que no se descompuso con el tercero, un Escolar con peligro y con ganas de enviarle al quirófano.
Con el sexto, que no tuvo la boyantía de los dos anteriores, Del Monte acusó su inactividad pero su formidable estocada le valió un trofeo.
El viernes 15 se lidiaron los utreros de “Guadalmena”, que en esta ocasión no pudo reeditar éxitos del pasado en esta misma plaza, ya que el encierro estuvo carente de raza y motor. Varios de los novillos se dejaron hacer, pero todos fueron muy a menos y se apagaron de forma alarmante. El triunfador de la tarde volvió a ser Sergio Serrano. El manchego consiguió cortar la oreja de su primero y se tuvo que conformar con la vuelta al ruedo en su segundo por sus repetidos fallos con la espada; de lo contrario ahora hablaríamos de un triunfo mayor. Independientemente de esta situación, Serrano, volvió a mostrase como un torero sólido y técnico, que tiene valor y que trata de embarcar a los novillos y correrles la mano con mucho temple.
También paseó una oreja de menor cuantía José Carlos Venegas, que aún tiene que rodarse más. Pasó de puntillas por Galapagar Iván Pérez,en una desafortunada actuación.
El sábado 15 se lidiaron novillos de Hermanos Pérez Villena, que volvieron a triunfar en esta feria por segundo año consecutivo. El encierro tuvo un buen comportamiento en líneas generales, destacando la trasmisión del tercero y el buen comportamiento del quinto y sexto, que recibieron los honores de la vuelta al ruedo. Candidatos a premios junto a otros dos sobresalientes utreros de José Escolar lidiados el jueves 14 y que a la postre han sido lo mejor de la feria en el apartado ganadero.
El triunfador de la tarde y uno de los que más gustaron de la feria fue Joselito Adame, que se llevó tres orejas en el esportón. Fueron dos faenas distintas. En su primero dejó patente sus ganas y en su segundo imprimió la ligazón y el buen concepto que posee. “Chechu” también acaparó un trofeo de uno de los buenos novillos lidiados, mientras que Eugenio Pérez se fue de vacío sin dar una vuelta al ruedo.
La feria se cerró el domingo 16 con una ganadería que suele fallar muy poco, y menos en novilladas, pero que en esta feria sí lo hizo y no dio de sí todo lo bueno que augurábamos de ella. Nos estamos refiriendo a Cebada Gago, que esa misma tarde de domingo lidió en Logroño una corrida muy encastada y que se movió mucho y que fue la antítesis de los novillos que saltaron a Galapagar. El encierro, bonito, recortadito y astifino, pecó de soso, carente de casta y con una acusada falta de fuerzas, donde incluso el quinto novillo debió ser devuelto a los corrales y sustituido por uno de Pérez Villena.
El portugués Antonio Joao Ferreira salió a hombros tras desorejar a cada uno de sus oponentes y mostrarse muy solvente y voluntarioso en los tres tercios, gustando mucho con los rehiletes. También paseó un trofeo Jiménez Caballero a pesar de ofrecer un toreo carente de ajuste y forzado, y Pedro Carrero también se llevó un apéndice.