Alfonso Redondo: “El taurino va a lo suyo y no se preocupa del futuro”

El pasado viernes fueron presentados públicamente los carteles de la próxima feria de San Blas de Valdemorillo. Por ello, hemos querido dar la palabra a los aficionados para que den su punto de vista acerca de las combinaciones. Una representación muy activa es la de la Asociación Taurina Cultural “Joselito”, única peña taurina del municipio. Su presidente, Alfonso Redondo, gran aficionado, conoce como pocos los entresijos taurinos del pueblo.
¿Qué valoración le merecen los carteles de la inminente feria?
La alcaldesa, Pilar López Partida, la ha definido en algunos medios como la “feria de las oportunidades”, aunque yo creo que se refería más bien a la de “los saldos”, por aquello de que en los carteles de las rebajan ponen “oportunidades”. Es impropia e indigna de una afición y un pueblo como Valdemorillo. Es un desastre de feria.
Un ciclo con afición, una plaza funcional, una cubierta para evitar el mal tiempo, un nombre y luego…
Por la proximidad de Valdemorillo con la capital, por las características que posee la plaza, que incluso está climatizada, deberían venir otros toreros, con todos los respetos a los que vienen. Sin ir más lejos, César Jiménez, que fracasó en Valdemorillo cuando mató los siete toros en solitario. De momento, no debería pisar el ruedo de nuestra plaza.
A priori parece que hay aspectos, muy mejorables en favor de la afición…
Yo hago una comparativa con Olivenza, una plaza con menos aforo que la nuestra, influenciada por un ámbito que es Badajoz, que no es Madrid, y han programado una feria con figuras como Morante, El Juli o Ponce. Si pueden ir a Olivenza, pueden venir aquí, porque conozco la subvención que hay en Valdemorillo y, además, la afición sí va a los toros y responde bien.
También se echa en falta la presencia de toreros triunfadores el año pasado, como el caso de Leandro…
El año pasado triunfaron tres toreros, uno de ellos Arturo Saldívar, entonces novillero pero que hoy ya es matador, y ninguno de los tres está. El novillero López Simón también triunfó, y estaba apoderado por Entero; queda claro que sino hubieran roto estaría en el mano a mano. Aquí se demuestra que en la composición de los carteles prima el interés del empresario sobre el del aficionado, el Ayuntamiento y los vecino.
¿Cree que los taurinos van a sacar lo máximo y no piensan en el que paga?
El taurino va a lo suyo, como le pasa a Tomás Entero, y no se preocupa del futuro. No piensa en la feria del año próximo, y no le van a exigir resultados porque le vuelven a renovar. La de 2010 fue una feria gris, no nos engañemos, y si se lo hubiera tenido que ganar con lo que hizo el pasado año lo había tenido crudo. Pero lo tiene asegurado. Es una persona muy introducida en los Ayuntamientos de la Comunidad de Madrid del PP (y uno socialista, Collado Villalba), y así hace lo que hace lo que le da la gana y no se tiene que ganar el puesto para el siguiente año.
Curiosamente, desde el Ayuntamiento siempre se dijo que cuando se construyera la plaza vendrían figuras y toreros de la parte alta.
Si se desea contar las figuras, el empresario tiene que pagarles. Lo que no se puede pretender es traer a los grandes por los mínimos que marca el convenio, pero sí hay dinero suficiente para traer otro tipo de matadores. El dinero hay que repartirlo, no te lo puedes llevar tu sólo.
En su opinión, ¿cuál es el modelo de feria que se debería hacer en Valdemorillo
El modelo es hacer una feria del tipo de Olivenza, con ganaderías de lujo y primeras figuras. ¿Allí sí hay dinero y en Valdemorillo no? Lo que pasa es que en Valdemorillo se lo lleva quien se lo lleva… Luego lo que no puede decir la alcaldesa es hablar de una “feria de oportunidades”. Las oportunidades son para los novilleros, porque son los que se tienen que hacer un hueco. La afición está tocada, y más con este tipo de carteles, porque el público se aburre de estos intereses.

“Si esta plaza saliera a concurso, habría bofetadas”
También hay pensar que cuando hay buenos carteles es un gran reclamo para el público que viene de fuera y beneficia a la economía municipal y ayuda a la hostelería y al comercio, pero con estos carteles no sucede esto. “De esa forma, el pueblo cobra vida. Febrero es un mes muy duro en la Sierra y se puede salvar con tres carteles con mucho atractivo, ayudando a que se llenen los bares y restaurantes. La gente quiere ir en estas fechas a los toros, y si encima le das aliciente revientas la plaza. Desconozco el acuerdo que tienen entre San Román y Tomás Entero, pero todas las plazas que tiene el primero las regenta el empresario serrano, y no sé como se repartirán los beneficios, que son muchos y muy grandes aquí, pero llama la atención por ejemplo que en Navalcarnero, que son los mismos, van El Cid, El Fandi y este tipo de toreros, y en cambio no vienen a Valdemorillo, cuando en teoría acude más público.¿Por qué en Valdemorillo sólo se anuncian toreros de la mitad para abajo del escalafón, cuando en Navalcarnero, que tiene menos caché y menos tradición, el mismo empresario hace unos carteles infinitamente superiores?
Para terminar, los precios no son nada asequibles a pesar de la crisis. Aquí no hay nada barato, y vuelvo a insistir que estamos partiendo de la base de una subvención muy importante de 150.000 euros, que lejos de repercutir en el precio de las localidades, repercute en el bolsillo del empresario. Y si sumas la taquilla, las carnes y alguna corrida si se televisa, se lo llevan crudo. Y luego el Ayuntamiento no dice nada. El pasado año nos aseguraron que contarían con nosotros, no lo han hecho, pero realmente tampoco sirve para nada. Alguna vez he ido a ver una corrida de Valdemorillo, y de siete toros te dejan los seis que van a la corrida y el sobrero; todo está preparado. El taurino hace, deshace y manipula. Siempre está el interés del taurino y se hace rico. Si esta plaza saliera a concurso habría bofetadas, porque haciendo las cosas bien se llenaría tres o cuatro tardes”, termina diciendo Alfonso Redondo.