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Los socialistas afrontan los próximos comicios en clara desventaja con el PP

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Los socialistas afrontan los próximos comicios en clara desventaja con el PP
En los comicios celebrados en Collado Villalba el 27 de mayo de 2007, José Pablo González Durán consiguió revalidar por tercera vez, y con mayoría absoluta, el cargo de regidor de este Consistorio. González hizo el siguiente balance sobre su victoria: “He conseguido el objetivo marcado: gobernar por tercera vez consecutiva pese a haber vivido una legislatura bastante dura, y si bien el porcentaje de votos ha descendido en relación con las elecciones de 2003, ello se ha debido al frente común formado por la oposición contra las obras de remodelación de Honorio Lozano-Batalla de Bailén, así como a la caída del voto del Partido Socialista a nivel regional”. El PSOE perdió casi 5 puntos, pasando del 53,4 por ciento de 2003 al 48,77 por ciento en 2007. Por el contrario, el PP, pese a cambiar de candidato a última hora, aumentó sus votos en 4,1 puntos puntos. IU también incrementó su representación hasta dos ediles y ADEI mantuvo su único representante en el seno corporativo, unos datos que pueden dar un vuelco importante en las elecciones que se celebrarán el próximo 22 de mayo, donde el PP parte como favorito y el PSOE es muy posible que pierda la mayoría absoluta e incluso la Alcaldía. El desgaste de una década de gobierno, la crisis económica, el paro y el llamado ‘caso Villalba’ pueden pasar factura a los socialistas.
El presunto desmoronamiento del Gobierno socialista, tras 12 años al frente del ayuntamiento villalbino, es vox populi y tiene, según quién sea el interlocutor, diferentes lecturas. Unos lo achacan al desgaste lógico provocado por tantos años de gobierno; otros a la grave situación económica por la que atraviesa el país y las elevadas cifras del paro, problemas que también sufre este municipio; mientras la mayoría imputa este desgaste al comportamiento pasivo mostrado por los corporativos socialistas a la hora de defender los intereses de sus representados, anteponiendo casi siempre su propio interés personal o el de sus amigos y renunciando al diálogo con el resto de las fuerzas políticas del municipio, centrales sindicales y los grupos sociales no afines a su causa . Donde sí hemos apreciado una total unanimidad es a la hora de pronunciarse sobre una más que posible derrota del Gobierno socialista y la victoria del PP.

Falta de ilusión
El Ejecutivo de José Pablo González Durán, tras las elecciones celebradas en 2007 sólo presentó cuatro novedades en la composición de su nuevo gobierno: Beatriz Martín García, responsable del área de Educación, carente de pasado político y cuya gestión como edil ha sido casi nula, ya que las competencias en este área las tiene la Comunidad de Madrid. Ha dedicado parte de su tiempo a actividades relacionadas con su condición de secretaria de Organización de la Agrupación Socialista local. Juan José Morales fue la segunda novedad de la lista. Considerado como el delfín de González, del que había sido compañero de estudios, se fue diluyendo poco a poco en su quehacer al frente del urbanismo local, viéndose obligado a dar la cara en algunas polémicas decisiones. La remodelación de la calle Real y la gestión de los terrenos de la ITV, con vertidos incluidos, y otros asuntos relaciones con el urbanismo local se convirtieron en su espada de Damocles política. La tercera novedad vino de la mano de UGT. Se trata de Amparo Ortiz Martín, actual responsable de Servicios Sociales, Sanidad y Consumo. Lo mejor que podemos decir de ella es que ha pasado estos cuatro años sin pena ni gloria. Finalmente, la cuarta novedad corporativa era la de Luis García del Hueso, edil de Festejos, Juventud e Infancia, quien ha optado por una gestión claramente continuista, al copiar las programaciones festivas de sus antecesores. Su amistad con el alcalde, con el que ha compartido viajes, fiestas y otras actividades lúdicas le ha dado bastante protagonismo.

A estos noveles en política, el alcalde unió su vieja guardia, formada por José Luis Cercas Alonso, al frente de una superconcejalía en la que estaban incluidas Desarrollo Local, Promoción Económica, Empleo, Urbanismo, Medio Ambiente y Vivienda. Cercas, más conocido como el ideólogo del socialismo villalbino, ha sido objeto de numerosas críticas por parte de los representantes sindicales, que le acusan desestabilizar caprichosamente la plantilla municipal. Es obvio que no ha favorecido precisamente la gestión del Ejecutivo, pero, dicen, sabe muchas cosas y por eso aparecerá de nuevo en la lista del alcalde. El segundo hombre de confianza de González, José Antonio Gómez Sierra, pese a cambiar Urbanismo por Economía, Hacienda, Contratación y Planificación ha seguido siendo un hombre fuerte dentro del poder establecido por el josepablismo en esta década. Sus polémicas intervenciones plenarias, sobre todo en todo lo relacionado con el delicado tema de la concesión de los terrenos del Caño de la Fragua (ITV) a una empresa cuyo capital social era de 3.500 euros, para que construyera en los mismos un gran centro comercial, le ponen en evidencia. Está implicado en el ‘caso Villalba’ por su viaje a Punta Cana con el constructor José Carlos Gómez, adjudicatario de la obra del túnel-parking de Honorio Lozano, un asunto que aún sigue abierto. Sierra ha anunciado que abandona la política. Juan Concepción Jiménez (Seguridad Ciudadana, Transportes, Protección Civil y Educación), junto a Belén Sánchez Montero (Administración Pública, Servicios Generales, Innovación Tecnológica, Calidad de los Servicios Públicos y Recursos Humanos, etc., etc.), cierran la guardia pretoriana de González. De Juan Concepción, más conocido por el ‘apagafuegos’ del alcalde, se puede decir que es mucho mejor docente y persona que político; aún así, su nota roza el aprobado. A Belén Sánchez le critican que se aprovechase de su pertenencia a la corriente acostista para entrar en política, cambiando posteriormente de bando para terminar “sirviendo a su señor”, es decir a José Pablo González. Tal vez sea la política más criticada por los trabajadores municipales.

Meros subalternos
Del resto de los componentes, excepción hecha de Rosana Crespo, responsable de Deportes y Cultura, posiblemente las dos áreas más abandonadas del Consistorio local, se puede decir que son meros subalternos. Feliciana Vázquez Burgueño parece haber perdido la confianza de sus compañeros, sobre todo la del alcalde, y es posible que no aparezca en la próxima lista, pese que su labor al frente de las áreas de Mujer y Mayores ha sido más que aceptable. Aún peor lo tienen de cara a los próximos comicios los tres concejales restantes, es decir los acostistas Carlos López Acosta, Mercedes Rosalía Palatucci y Eugenio Sánchez Suárez, todos ellos condenados a perder el acta de concejales salvo que, a última hora, consigan renovar la cuota pactada hace años para que esta corriente pudiera tener representación en la candidatura del Partido Socialista villalbino. Los tres, pese a las limitaciones que les han impuesto a la hora de desarrollar su trabajo, han demostrado su fidelidad al partido, sobre todo a la hora de apoyar al Ejecutivo, aunque en muchas ocasiones no estuvieran de acuerdo con sus planteamientos.

Para este fin de semana la Ejecutiva socialista tenía previsto hacer pública la candidatura con la que proyecta afrontar las próximas elecciones y al respecto ya se dice que habrá muchas caras nuevas, algo bastante lógico si se tienen en cuenta las vacantes voluntarias y forzosas que se van a producir en el actual grupo municipal para intentar recuperar la confianza de los villalbinos. Posiblemente algunos concejales actuales no den la talla, pero el problema no radica únicamente en eso, sino en la pérdida de credibilidad del propio PSOE y, sobre todo, la de su candidato y actual alcalde, José Pablo González.
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