Las primeras lluvias del otoño dejan al descubierto la enorme chapuza de la obra de Honorio Lozano y Batalla de Bailén en Collado Villalba
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Coincidiendo con el segundo aniversario de su apertura, las precipitaciones del pasado sábado dejaron al descubierto la histórica chapuza de la obra de Honorio Lozano y Batalla de Bailén en Collado Villalba. La lluvia inundó el túnel hasta hacerlo impracticable, obligando a su cierre, que se mantuvo a lo largo de la semana. Más que una balsa de agua, lo que allí se creó fue un verdadero pantano, y todo ello en un subterráneo cuyo coste ascendió a 40 millones de euros, el doble de lo presupuestado inicialmente. Sin embargo, parece que ni la empresa adjudicataria ni mucho menos el Ayuntamiento se preocuparon de que las obras se ejecutasen de modo que se evitaran incidentes de este tipo, impropios de una faraónica actuación recién estrenada pero cuyas deficiencias son evidentes, al margen de que su utilidad cada vez está más en entredicho. Con todo, más llamativo resulta aún que el alcalde, José Pablo González, presumiera de su momento de poner en marcha un proyecto con tecnología de primer orden (aunque con un geotécnico de 2.500 euros, nunca hay que olvidarlo) pero que, con la llegada de las primeras lluvias del otoño, ya ha tenido que cerrarse al tráfico. Tampoco se ha molestado el Ayuntamiento en emitir un comunicado oficial para explicar lo sucedido ni por supuesto para exigir responsabilidades a quienes se encargaron de los trabajos, aunque en este sentido cabe suponer que no hay explicación capaz de ocultar lo que a todas luces es una chapuza de dimensiones enormes, sólo comparable al coste que va a tener durante décadas para los vecinos de Collado Villalba, que son los que a fin de cuentas tendrán que hacer frente a semejante despropósito.