PP e IU se hacen eco de los problemas en los pisos de la calle Amapolas

Los problemas en el piso tercero de este bloque saltan a la vista: las ventanas están rotas, no tienen marcos, les faltan las persianas y el hedor que emana es insoportable. Según los vecinos, el último individuo que ha ocupado esta propiedad es un señor de edad avanzada y con supuestos problemas de alcoholismo. “Casi todos los días tenemos algún problema con él”, indican.

La portavoz de IU ha explicado a El Faro del Guadarrama que desde que su grupo tuvo conocimiento de este problema se lo comunicó al Ejecutivo. “Les solicitamos información sobre esta cuestión el pasado 17 de mayo, y anteriormente en una comisión informativa”, indicó De las Heras. La concejala explica que ha habido varias ocupaciones de estos inmuebles. “Se trata de unas viviendas del IVIMA que se adjudicaron en 1997; dos de los pisos se reservaron para el Ayuntamiento, para realizar proyectos de Servicios Sociales”, manifestó.

La edil del PP Mariola Vargas, que denunció esta situación en la sesión plenaria de ayer, explicó que en estas viviendas “actuaban los trabajadores del área de Servicios Sociales, dando clases de urbanidad a los vecinos que acaban de entrar a vivir allí, ya que algunos de ellos procedían de chavolas y en otros casos de realojos. Pero aquel proyecto terminó y se abandonaron estos pisos, sin darles mayor utilidad”.

Vargas indicó que, a su juicio, “deberían haber sido bien conservados para que en ellos se pudieran alojar a vecinos con graves problemas, como mayores sin recursos, mujeres maltratadas o unidades familiares en riesgo de exclusión social que en Collado Villalba las hay, sin olvidar a quienes han perdido su casa en el derribo del edificio de la calle Maestro Serrano”.

Por su parte, la portavoz de Izquierda Unida ha recordado que después de adjudicar otras 22 viviendas en esa zona a personas muy necesitadas, “ha quedado una lista de reserva de familias con problemas serios que podrían acceder a esas casas”.

De las Heras señaló que “la persona que ha ocupado este inmueble tiene problemas de salud tanto mental como física y crea problemas a los vecinos. La situación es de máximo abandono”, denunció.

Por su parte, la concejala de Servicios Sociales, Amparo Ortiz, intentó justificar la actuación de su Equipo de Gobierno asegurando que durante estos años “ha habido actuaciones policiales y se han cambiado dos veces las puertas por unas blindadas que también han forzado”. Sin embargo, y tras un debate en el que defendió los procesos de adjudicación de estas viviendas, no explicó que es lo que va a hacer el Ayuntamiento para evitar esta situación.