El PP debe pronunciarse

Los nubarrones que desde hace días acechan en Torrelodones parece que ya dejan entrever algún claro. Advertíamos la semana pasada en estas mismas páginas que, más que escándalo urbanístico de primera magnitud, lo que parecía haber es un problema interno que ha derivado en filtraciones, puñaladas por la espalda y otras lindezas desgraciadamente no demasiado extrañas en tiempo preelectoral. Sea como sea, y hasta que el asunto acabe de despejarse -algo que rara vez ocurre de manera total-, los grupos de la oposición, PSOE e Izquierda Unida, tratarán de sacar partido, tanto en el ámbito local como en el regional. IU ya ha pedido al alcalde, Carlos Galbeño, que “dé la cara”, y anuncia contactos con “movimientos sociales y asociativos para movilizar a la ciudadanía”. Por su parte, los socialistas hablan, extendiendo las acusaciones a toda la zona Noroeste, de “urbanismo depredador y de rapiña”. El líder del PSM, Rafael Simancas, estuvo el lunes en Torrelodones, lo que entra dentro de la lógica de la batalla política. Lo que a estas alturas sorprende es que el Partido Popular a nivel regional no haya salido al paso, salvo de manera tangencial, recordando que Simancas ganó unos cuantos miles de euros con la venta de su chalé en Boadilla o que no son pocos los dirigentes socialistas que viven en la zona. Más allá de la anécdota, el PP debería pronunciarse de manera tajante y concreta sobre el caso Torrelodones, máxime cuando el alcalde, hasta que se demuestre lo contrario, cuenta con el apoyo del partido en la localidad. Dejar pasar el tiempo es también dejar que aumenten las especulaciones, y ante esa situación la única solución posible pasa por atajar la crisis cuanto antes.