LOS TOROS NO HAN EMBESTIDO Y HA ACUDIDO POCO PÚBLICO
El Cid y Miguel Tendero realizan lo mejor de la feria de Colmenar
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Los diestros Manuel Jesús El Cid y Miguel Tendero han sido los grandes destacados de la feria de Colmenar Viejo, la segunda en importancia y repercusión de la Comunidad de Madrid, que se ha celebrado en estos días.
La empresa Taurodelta, encargada de la gestión del ciclo de la Virgen de los Remedios, hizo una buena labor en estos dos últimos años y hubo argumentos en el ruedo, con un toro que ha subido de nivel y la presencia de varias figuras. Sin embargo, la feria de este año ha sido la más discreta de las tres que ha organizado la empresa liderada por José Antonio Chopera. Faltaron ganaderías de mayores garantías y la presencia de las figuras ha sido testimonial. El toro fuerte y limpio ha salido, exceptuando en la última corrida, pero luego no ha querido embestir y se ha lidiado mucho animal descastado y manso. Luego, en estos tiempos de crisis, siete festejos continuados son excesivos para Colmenar Viejo (al cierre de este periódico aún faltaban dos novilladas por celebrarse) y el Ayuntamiento ya contempla reducir algún espectáculo en el próximo pliego, porque de lo contrario la viabilidad empresarial es cero y hay que reconocer que Taurodelta ha desembolsado mucho dinero en las dos últimas ferias y la gente no ha terminado de ir. El público colmenareño es duro, no tolera un toro medio y mide con lupa a los diestros.
Triunfo de El Cid
Con todo, hubo una corrida de toros entretenida, con más de dos tercios de entrada cubiertos y un cartel fuerte. Tuvo lugar el pasado lunes, con un precioso y armónico encierro de Los Bayones, donde El Cid salió por la puerta grande y volvió a dar un serio toque de atención. La corrida estuvo muy bien hecha, y dentro de un conjunto noble y sin acabar de romper hubo un toro muy bueno, el primero, y uno bravo y de gran clase, lidiado por El Cid en cuarto lugar. El sevillano le cuajó de forma soberbia sobre ambas manos, destacando el toreo al natural, donde dejó pases larguísimos, limpios y de suma suavidad. Un gran toro y un gran torero, que si no se llevó el doble trofeo fue por culpa de un pinchazo antes de cobrar una estocada. El Cid ya había sumado otra oreja del encastado animal que abrió la función, y aunque la faena no tuvo la misma entidad de la segunda, sí hubo cosas de calidad.
Sebastián Castella no estuvo bien en Colmenar. Comenzó la faena con sus clásicos pases cambiados por la espalda, pero luego optó por las cercanías y el encimismo, mientras que el de Los Bayones pedía más espacios. La labor del francés nunca caló.
Alejandro Talavante dejó una imagen muy plomiza. Anduvo apático y con desgana en su primero y abrevió con un sobrero de Carmen Segovia muy mansurrón, con el que el extremeño dio un verdadero mitin con la espada. Resultó silenciado
Brilla un sólido Miguel Tendero
Miguel Tendero a punto estuvo de salir por la puerta grande en la corrida del martes 31 de agosto, pero la perdió por el mal uso de los aceros. La corrida de José Luis Marca, parcheada por un astado de Moisés Fraile, estuvo justita de presencia y no tuvo raza.
Tendero anduvo muy bien con su primero, al que toreó con mimo y pulso sobre el pitón derecho. El toro se fue agotando y el diestro le aprovechó muy bien, midiéndole en los tiempos y en las pausas y destacando una gran tanda de derechazos. La estocada fue letal y tiró al toro sin puntilla, dando paso a la oreja. El remiendo de Moisés Fraile, muy en la línea de Atanasio, salió muy manso y suelto, pero acabó sacando cierta trasmisión y movilidad en el último tercio. El manchego le entendió bien y realizó una faena sólida, de mucho poderío y dominio, llegando a los tendidos pero emborronándolo todo con la espada.
Miguel Abellán y Juan Bautista fueron silenciados, sin dotar de fibra a sus actuaciones. El madrileño anduvo solvente con un lote bajo de casta, mientras que Juan Bautista se mostró, ante un lote soso y parado, como ese torero frío y ausente que aparece ya demasiadas veces.
Dos corridas huecas
En las dos primeras corridas de toros apenas pasó nada reseñable. El festejo inaugural del serial colmenareño el sábado 28 fue con un encierro de José Ignacio Charro, remendado por un toro del Conde de Mayalde y un sobrero de Marqués de Domecq. La nota predominante fue la falta de casta y la mucha mansedumbre del ganado. Luis Miguel Encabo debió meterse más y mejor con el primer toro de la tarde, que dio alguna facilidad más. Fernando Robleño estuvo muy profesional, tirando de técnica y recursos con un astado áspero que acabó poniéndose complicado. Morenito de Aranda apenas pudo concretar nada con un lote que se defendió con guasa y sentido.
Uceda Leal abrió el marcador de la feria el domingo 29, tras cortar una oreja a un grandullón astado de Corbacho. El madrileño dejó buenos pasajes, dotando a su faena de muletazos llenos de empaque y gusto. Tras un pinchazo y una gran estocada paseó la única oreja de este aburrido festejo. Los toros de Corbacho fueron grandes, cuajados y aparatosos, pero apenas se movieron y protestaron mucho. Saltó un sobrero del Conde de Mayalde que tampoco ayudó nada al triunfo. José Manuel Más sólo pudo brillar en el un saludo de capa y Javier Cortés no pasó de tesonero, siendo silenciados en sus toros.