Los aullidos de Lobo Cojo

“Me consta que las deudas acumuladas hasta ahora por el Ayuntamiento están empezando a acorralar a JP; aún así, este sigue permitiéndose el lujo de financiar, con más de 40 millones de pesetas, los festejos taurinos de Santiago Apóstol. Dada la situación económica por la que atraviesa la tesorería local, una empresa privada ya hubiese suspendido pagos hace más de un año, pero al tratarse de una institución pública, ésta puede seguir funcionando sin pagar a sus proveedores y las empresas suministradoras, dice Lobo Cojo. Esto ha provocado una sensación de despilfarro en torno al fenómeno que, incluso los miembros del Comité de Empresa, tras denunciar recientemente la contratación de dos empresas para evaluar y prevenir los riesgos laborales en la plantilla municipal y ante la amenaza de ser llevados ante los tribunales, ‘suplicaron’ al ilustrísimo que, como el Consistorio ya cuenta con un servicio jurídico, ‘no dupliquen en esta ocasión, con la contratación de otro bufete de abogados, los gastos de las acciones judiciales que contra este Comité tengan a bien emprender’. Se dice que las minutas de los letrados pagadas por el Ayuntamiento durante los últimos siete años, aún desconociendo su importe total, pueden cuantificarse de millonarias. Y lo más grave del asunto es que en la mayoría de los casos, estos gastos se han realizado para satisfacer los caprichos y el ego de JP. Esto es lo malo de ver gigantes donde sólo había molinos de viento...”