VARIOS DE SUS MIEMBROS RESIDÍAN EN COLLADO VILLALBA Y ESTÁN ACUSADOS DE COMETER AL MENOS NUEVE ATRACOS
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Imagen del material intervenido en la operación |
La Guardia Civil detiene a un grupo organizado que robaba en chalés y restaurantes de la zona
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Agentes de la Guardia Civil han desarticulado a un grupo organizado en el marco de la operación Astraco, procediendo a la detención de sus siete integrantes. Esta banda estaba especializada en robos en viviendas unifamiliares y establecimientos de hostelería. Las investigaciones se iniciaron el pasado 13 de abril, cuando varias personas asaltaron un chalé de El Escorial para conseguir robar diversas joyas y efectos personales. El Faro del Guadarrama ya se hizo eco entonces de este hecho y de las serias lesiones producidas por estos malechores a un empresario villalbino y a su mujer, que tuvieron que ser hospitalizados.
Ante la gravedad de los hechos, los agentes decidieron abrir la operación Astraco. En los siguientes días, la Benemérita pudo constatar la repetición de estos hechos en diversos locales de restauración. Los indicios recogidos en los robos permitieron centrar las sospechas sobre varios jóvenes residentes en localidades cercanas a los lugares de los hechos.
Durante las investigaciones, los agentes no sólo pudieron confirmar la presencia de varios de los encartados en los robos, sino que además constataron que varios de ellos también traficaban con drogas. Tras acumular pruebas definitivas contra ellos, la fase de explotación de la operación Astraco se saldó en un primer momento con la detención de cuatro personas en las localidades de Collado Villalba y Valdemaqueda, gracias a las cuales se hallaron efectos sustraídos en los delitos investigados. La operación finalizó definitivamente el 21 de mayo con la detención de los tres últimos investigados en Madrid, a los que se les intervinieron 75 gramos de cocaína. En los registros domiciliarios se han recogido pruebas que han permitido imputar nueve delitos de robo con violencia o intimidación a los detenidos, aunque la Guardia Civil estudia la procedencia de diversos efectos, por lo que no se descartan nuevas imputaciones. Los detenidos son de nacionalidad marroquí y española, con edades comprendidas entre los 21 y 43 años.