¿Cuál es la valoración y el resultado de las reuniones?
Nos hemos reunido en cuatro ocasiones con el Ejecutivo. Por lo tanto, cuando la alcaldesa, Marisol Casado, afirma que llevan cuatro meses ‘hablando’ con los partidos políticos y asociaciones, lo que hace es confundir a los vecinos y manipular la información a su antojo y conveniencia, ya que durante estos meses sólo hemos tratado el PGOU en esos encuentros, no habiendo participado asociación alguna en dichas reuniones. Tan sólo en una ocasión se convocó a todos los partidos de la oposición -ya que se había excluido a Izquierda Unida-, junto a dos asociaciones, en lo que el propio Equipo de Gobierno calificó como “reunión informativa”. Nuestra valoración es clara: estos encuentros llegan tres años tarde, puesto que desde el inicio de la legislatura UNPA solicitó que se abriera la participación a todo el tejido asociativo, empresarial y político del municipio para tratar de consensuar el PGOU. En cuanto al resultado, absolutamente negativo, porque hasta el momento no existe un acuerdo en torno al Plan General.
¿Cuál ha sido la exigencia de UNPA para llegar a un posible acuerdo?
Siempre la misma. Hemos pedido que se abriera un proceso participativo que culminara con un Plan General de consenso. Tras la negativa del Equipo de Gobierno a realizar este proceso, en un intento de conseguir un buen PGOU y para salir de la situación de estancamiento en la que nos encontrábamos, hicimos una propuesta al Equipo de Gobierno consistente en que seríamos nosotros quienes realizaríamos ese proceso participativo y que posteriormente les trasladaríamos sus conclusiones para ver si eran aceptadas o no por el PP. En caso afirmativo, el PGOU contaría con el apoyo de UNPA. Pero una vez más nos hemos encontrado con la intransigencia de la alcaldesa, que se opuso en rotundo a tal posibilidad, alegando que lo que pretendíamos era demorar la aprobación del Plan General, criticándonos incluso en los medios de comunicación llamándonos “redentores” de Alpedrete. Desde luego, esta postura de morder la mano a quien te la tiende nos parece incomprensible, puesto que no tenían nada que perder, eran otros quienes realizaban el proceso de participación ciudadana, y si las conclusiones del mismo fueran aceptadas, porque les parecieran buenas y coherentes, tendrían la puerta abierta para aprobar el planeamiento urbanístico.
¿Ahí finalizaron sus comunicaciones con el Ejecutivo?
No, ni mucho menos. Dos días después de las declaraciones de la alcaldesa en las que manifestaba que no aceptaba la propuesta que les habíamos hecho, nos convocan a una nueva reunión a la que no asiste Marisol Casado y en la que se nos dice que iniciemos, si queremos, el proceso participativo, pero que los resultados deberían obtenerse con rapidez. Nosotros aceptamos, pero con dos premisas innegociables; que el proceso requería un tiempo mínimo de 20 días. Y que la alcaldesa tenía que hacer pública una declaración en la que manifestara que aceptaba la propuesta participativa de UNPA, puesto que a día de hoy lo que todo el mundo sabe es que la había rechazado. Por lo tanto, no es cierto que nuestro partido planteara al Ejecutivo la posibilidad de apoyar el PGOU a cambio de que la alcaldesa reconociera públicamente que la misma había sido posible gracias a nosotros. No es cierto que Unión del Pueblo de Alpedrete quiera que se reconozca nuestra colaboración, lo único que pretendemos es que se sepa públicamente que si iniciamos una línea de trabajo y diálogo es porque previamente ha sido aceptada por el Equipo de Gobierno.
¿Por qué creen entonces que se niega la alcaldesa a hacer estas declaraciones?
No lo sabemos. En cualquier caso, no es razonable decirnos en privado que podemos trabajar en nuestra propuesta participativa y que no lo declare públicamente, máxime cuando esa declaración es necesaria e imprescindible, puesto que días antes había dicho todo lo contrario a lo que nos está diciendo ahora. Puede que lo que no quiera Marisol Casado sea rectificar públicamente, reconocer que UNPA puede haber encontrado una vía para solucionar el problema que paraliza la tramitación del PGOU. ¿Acaso importa rectificar? ¿Nos hace eso menos poderosos? Si ello implica una cesión personal, ¿quién no quiere realmente la aprobación del PGOU? ¿por qué le da tanto miedo a nuestra alcaldesa abrir un proceso de diálogo participativo con los representantes de sus vecinos? Las respuestas todos las conocemos, pero tiene que quedar claro que esta actitud personal y presidencialista de nuestra alcaldesa está siendo amparada por su Equipo de Gobierno, aunque parece que ya existen voces discrepantes en su seno, a pesar de que ella se niegue públicamente a reconocerlo.