(XIII).- REPASO A UNA DÉCADA DE GOBIERNO SOCIALISTA (1999-2009)
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Los gastos en los festejos taurinos provocaron la polémica |
Los dineros de las fiestas
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Después de tres años de coalición de gobierno con el grupo municipal socialista, Izquierda Unida votó en contra de sus compañeros de Ejecutivo en la sesión plenaria celebrada el día 27 de junio de 2002. Tomás Alberich, portavoz y primer teniente de alcalde de la formación de izquierdas, justificó este desencuentro en el hecho de que “este año ya está previsto destinar 300.000 euros a los festejos taurinos y por tanto no creemos necesario incrementar dicha partida presupuestaria”.
“Estupendo”. Según la portavoz del PP, Carmen Rodríguez, ésta fue la reacción del alcalde, José Pablo González (PSOE), al saber que Julio Henche, concejal del grupo popular, no podía asistir al pleno celebrado en la tarde del pasado jueves, por encontrarse enfermo. Este hecho permitió finalmente que se aprobara una modificación de crédito (12,5 millones de pesetas ), que teóricamente se dedicaría a engrosar la partida de los festejos taurinos.
El voto de calidad del alcalde deshizo la igualdad de votos a favor (los 10 ediles socialistas) y en contra (siete del PP y tres de IU) de la propuesta. La portavoz popular, según recogía Diario del Noroeste en su edición de fecha 29 de junio de 2002, recordaba que de esta manera los festejos supondrían un desembolso de 93 millones de pesetas. “En el pleno de los presupuestos ya dijimos que en 1999 se gastaron 37 millones, en 2001 se amplió este presupuesto de 55 a 90, y en 2002 serían de 81. Es una norma habitual de este Gobierno gastar más de lo que tiene presupuestado. Nos parece que las cosas no se deben hacer así y que Villalba tiene otras necesidades más importantes”.
“El alcalde”, prosiguió Rodríguez, “con su voto de calidad y en contra de la mayoría de los representantes de los vecinos, ha aprobado esta modificación presupuestaria, sin decir siquiera como sería el reparto de los gastos. Ni siquiera ha reunido al consejo de festejos para ponerles al corriente de ello”.
En cuanto a la decisión tomada por Izquierda Unida, compañera de coalición de gobierno del Partido Socialista, su portavoz y primer teniente de alcalde, Tomás Alberich, dijo: “No debe sorprender a nadie nuestra postura porque hace menos de un mes se llevaron las propuestas de gastos de los festejos taurinos a la Comisión de Gobierno y entonces ya votamos en contra. En el pleno insistimos que no estábamos de acuerdo con esta modificación, pues según los datos que maneja mi grupo, este año se destinarán 300.000 euros (50 millones de pesetas) a tal fin. Y esto hay que pararlo en algún momento”. “Nadie duda”, continuaba Alberich, “que tiene que haber festejos taurinos, pero hay que poner un límite. Este año aceptamos que la partida de fiestas ascendiera a 81 millones de pesetas para que no hubiera luego modificaciones presupuestarias, incluso propusimos al alcalde que este punto se retirara de la orden del día del pleno, pero no ha sido así”.
Aumenta la polémica
El 16 de julio de 2002, Diario del Noroeste publicaba una carta firmada por Pedro Cuesta, bajo el título “Muchos kilos para toros”, en la que este lector criticaba los gastos en los festejos taurinos. “Supongo”, decía su autor, “que estos incrementos presupuestarios se deben a las exigencias del señor Entero, empresario contratado por el Ayuntamiento, quien hace el ‘agosto’ a cuenta de la ingenuidad del concejal de Festejos y la complicidad del propio alcalde. Hay que poner freno a estos desmanes económicos porque el dinero lo ponemos los villalbinos”.
Dos días más tarde, el alcalde José Pablo González, respondía, en este mismo medio, a dichas críticas: “La fiesta ancestral de los toros, inherente a cualquier fiesta de cualquier pueblo de España, es un aporte más, aunque para algunos, y con nuestros respetos, no sea de su agrado. Una postura tan respetuosa como la de tantos aficionados que tienen la oportunidad de contemplar una feria (Santiago Apóstol) que se está convirtiendo en una de las más importantes de la región, con ganaderías y toreros de renombre, y que es adjudicada a una empresa de reconocido prestigio, con el consenso de la Comisión de Festejos, donde están representadas las peñas y asociaciones de la localidad y todos los grupos municipales. Aquí tengan seguro que nadie está haciendo el agosto, ni somos ingenuos ni cómplices de nada. Todo lo contrario, hacemos un trabajo serio y ejemplar”.
Pues bien, ocho años más tarde, la organización de los festejos taurinos sigue siendo muy polémica.