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Los tradicionales coches de choque |
El recinto ferial, el centro de las fiestas
Los feriantes llevan días trabajando para que todo esté listo en este parque de atracciones ambulante
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Coches de choque, el castillo de Harry Potter, la clásica olla, tortugas ninja y, por supuesto, la noria. El recinto ferial ya tiene contenido después de que los feriantes hayan estado casi una semana montando las diferentes atracciones, para lo que han tenido que superar algunos problemas que esperemos no pasen a mayores.
El estreno del nuevo ferial se produjo ayer, y hasta el martes miles de personas pasarán por este espacio, situado junto a la carretera de Navacerrada. El miércoles, casi todo estaba preparado ya para el inicio de las fiestas, pero aún había algún rezagado que terminaba de instalar sus aparatos. “No sé, yo creo que es algo más pequeño que otros años, pero está bien, y lo importante es que la gente esté a gusto”, comentaba uno de los feriantes, que llegó el domingo y que el próximo miércoles empezará a recoger para emprender camino a una nueva feria. Es así como funciona este parque de atracciones ambulante que se convierte en el principal atractivo para los más pequeños. “Sí, la verdad es que es una vida dura, pero tampoco nos podemos quejar, porque tratamos de que los demás disfruten, y eso también es bonito”, explicaba.
Un pequeño mosaico
A la entrada del ferial, lo primero que se encontrará la gente (algunos ya lo descubrirían ayer, tras el pregón) son las carpas de las distintas casas regionales, de Andalucía a Galicia, pasando por Extremadura, la Hermandad del Rocío o Castilla y León. Un pequeño mosaico que, junto a la intensa actividad de las peñas durante estos días, da idea de lo que es Villalba. Pulpo a feira, pimientos de padrón, jamón ibérico, un fino, un culín de sidra o un albariño... Lo de comer bien está asegurado. Tampoco faltan los clásicos de cualquier fiesta que se precie: patatas asadas, bocadillos de lomo y panceta y una refrescante sangría. También, cómo no, churros, porras y un chocolate caliente. Y para los más pequeños, algodón de azúcar.
Para evitar problemas con el suministro de energía, las carpas han alquilado pequeños grupos electrógenos, con lo que se pretende que nada pueda poner freno a estos cinco días de diversión.
Todo preparado
El punto de partida, como decíamos, es la plaza del ferial, y partir de ahí nacen las calles principales, a cuyos lados se distribuyen las diferentes atracciones (algunas menos que en años anteriores). Un presumible ir y venir de gente que concluye con la noria y, a su espalda, con la zona destinada a los bares, donde la música estará presente hasta bien entrada la madrugada. Barriles de cerveza, cajas de bebida y miles de vasos se apilaban a última hora del miércoles a la espera de que llegase la noche siguiente.
Mónica, una vecina de Villalba de la zona de Los Valles que se había acercado hasta allí “por curiosidad” señalaba que para ella y su grupo de amigos, todos en torno a los 20 años, la feria de Santiago es uno de los momentos más esperados del año. “Nos juntamos todos, venimos al ferial, vamos a los conciertos... y dormimos poco”. Este año, decía, no hay ninguna actuación que le atraiga especialmente, aunque posiblemente no se perderá a Carlos Baute y El Arrebato. Respecto al nuevo recinto ferial, aseguraba que prefería el anterior. “Creo que era más grande, pero supongo que no habrá ningún problema. Ya veremos. Lo que más me gusta es la zona de la entrada”.
Algo parecido indicaba Susana, otra joven villalbina de 19 años, también de Los Valles, quien añadía que la mayor ventaja para ella es que podrá ir andando sin mayor problema.
Ahora, lo que toca es pedir a todos responsabilidad, respeto y tranquilidad dentro del jolgorio, para que las fiestas terminen el próximo martes sin incidentes.