Desarticulada una red dedicada a la clonación de tarjetas de crédito

El denominador común era que las extracciones de dinero se habían efectuado en cajeros situados en lugares donde las víctimas no habían estado. Este hecho motivó que se realizara una inspección de los dispositivos instalados en los cajeros, logrando localizar uno de ellos en Madrid capital. A partir de ahí se puso en marcha un dispositivo de vigilancia, hasta localizar a uno de los integrantes de la red en el momento en que se disponía a retirar el citado mecanismo. Gracias a esta intervención se logró identificar al resto de integrantes de la red, que contaban con dos pisos, ambos en San Lorenzo, donde clonaban las tarjetas tras haber logrado la información en los cajeros automáticos. Para conseguir las claves habían diseñado un sofisticado sistema de microcámaras, situadas junto al lector del cajero, siendo muy complicada su detección.

Posteriormente, actuaban impunemente en cajeros automáticos principalmente de Madrid, además de haberse detectado 40 movimientos fraudulentos a mediados del mes pasado en La Coruña.

En el registro de las viviendas se localizaron microcámaras, lectores y copiadores de tarjetas, microbaterías de litio, moldes de cerámica de distintos modelos de cajeros, ordenadores y gran cantidad de material para la fabricación de los dispositivos.

Los detenidos son tres hombres y tres mujeres, todos ellos de origen rumano y con edades comprendidas entre los 20 y 30 años. La autoridad judicial ha detectado el ingreso en prisión de los tres principales encausados, mientras que los otros tres, que han quedado en libertad con cargos, colaboraban con la organización, realizando compras en grandes superficies comerciales con las tarjetas mellizas de las que no habían obtenido las claves, adquiriendo principalmente perfumes de alta gama que luego revendían a un precio muy inferior.

‘Skimming’
Además de ser un deporte acuático similar al surf, el skimming es el término que se utiliza para referirse al robo de datos para duplicar tarjetas de crédito. Sin que el titular sospeche lo más mínimo, los skimmers instalan una pequeña cámara y copian los datos de las tarjetas, procediendo luego a su clonación para utilizarlas de forma masiva.