La subida del IVA: una penalización sin excepciones

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, anunció esta semana una campaña de rebelión contra la anunciada subida del IVA que ha planteado el Ejecutivo central de José Luis Rodríguez Zapatero. En este sentido, el Consejo de Gobierno regional dio a conocer ayer un informe -tomando como base datos del Instituto Nacional de Estadística- en el que la conclusión principal es que el incremento de este impuesto tendrá un coste medio de 350 euros para cada familia madrileña, cantidad que será mucho mayor en caso de comprar un coche o una vivienda. No acaban aquí las penalizaciones, puesto que también el turismo se podría ver afectado. Resulta llamativo que está sea una de las medidas estrella para intentar salir de la crisis, y más aún que se intente justificar su aplicación amparándose en que con ese dinero se podrán pagar las prestaciones a los desempleados, lo que en definitiva supone dar por perdida la batalla del paro. Que la situación es complicada no es nada nuevo, pero desde luego que mandar mensajes de este tipo no contribuye en nada a tranquilizar a los ciudadanos, que verán de nuevo cómo son los principales perjudicados de una crisis que ellos en ningún caso son responsables.