www.elfarodelguadarrama.com

Tribuna

El teatro de la docencia

El teatro de la docencia

Antonio Gracia

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Hace años, cuando convivían los bachilleratos y la reforma educativa, los padres protestaban si sus hijos eran matriculados en grupos pertenecientes a la enseñanza obligatoria porque esa educación “no enseñaba nada y era para los tontos”. Poco después, viendo que sus hijos aprobaban más fácilmente, y que ellos practicaban en el teatro de la docencia, la apoyaron. El porcentaje de aprobados subió inexplicablemente, como si lloviese inteligencia y aprendizaje cada día; aunque la última evaluación -la nota final- solía, y suele, contradecir los suspensos de las anteriores evaluaciones, cosa milagrosa, misteriosa, sospechosa y repudiosa tratándose de una evaluación contigua y personalizada. De este modo llegó un momento en el que el profesor que defendía que era preciso “reivindicar el suspenso” era tachado de mal profesor, porque “quien suspende mucho es que no sabe enseñar”; así que, según ese supuesto dogma, el mejor enseñante es el que más aprueba, y según lo mismo, pero escorándolo, los mejores profesores son los padres, ya que todo se lo aprueban a quienes aprueban a sus hijos por el mero hecho de estar matriculados, como si hoy aprobar fuera sinónimo de saber. En resumen: los padres delegan en funciones en el profesor, exigiendo de él que sea una niñera, un policía y un educador, y esperando que en tres horas semanales de clase remiende lo que no se ha enseñado en la primera aula, que es el hogar. Y en vez de agradecerle sus esfuerzos y defenderlo de quienes pretenden manipularlo, lo ignoran si se rige por la ética.

Al final volvemos a lo de siempre: no importa cuánto sabes, sino cuánto pareces saber; la apariencia, no la esencia. Porque “el mundo todo son máscaras”, que decía Larra siguiendo a Quevedo cuando afirma que “los que parecen rostros son máscaras”. Y es que hay demasiados “intereses creados”, en opinión del olvidado Nóbel Benavente, como para intentar ser justos.

En esta consideración de que el paso por el colegio o el instituto -incluso la Universidad- es solamente un trámite que no exige conocimientos, no es extraño que, mediante un acto de autoritarismo se desprovea de autoridad a un profesor, al profesorado y a cuantos enseñan desde el aula y no desde el despacho.

Calderón de la Barca, que de vez en cuando se embarcaba en asuntos políticos, dijo por boca del alcalde de Zalamea que -actualizo la cita- “errar lo menos no importa/ si se acierta en lo esencial”. Pero quizá en este intercambio de competencias y jurisdicciones pudiera llegar un día en el que un abogado se permita operar a un enfermo o que un alumno pretenda firmar las burocracias de un tasador de documentos.

Dichosa edad y tiempos dichosos aquellos de la incultura oficial en los que -dicen- incluso el alcalde consultaba al maestro de escuela. Ahora que ha desaparecido oficialmente el analfabetismo, como todos somos sabios -obsérvese, a modo de ejemplo, a nuestros políticos cuando aleccionan a la ciudadanía-, a nadie le importa despreciar a quien enseña. Aunque se supone que quien sabe educar es el profesor, y, mientras no se demuestre otra cosa, él es quien tiene la responsable obligación de evaluar, pues para eso observa durante un curso a sus alumnos, sin premiarlos o sancionarlos por una ojeada a un examen. No obstante, para que no haya errores en lo sucesivo.

Como repulsa a todo ello envío esta bienintencionada pataleta:
Dícenme que no sirve la enseñanza/ más que para expender titulaciones,/ porque el saber está de vacaciones/ y lo que importa es rellenar la panza.

Cualquier título, pues, es buena fianza/ para acceder a buenas profesiones./ Ya sobran profesor y evaluaciones,/ que los supuestos son mala pitanza.

Por consiguiente, venga un borriquillo/ a decir que asnillos son más sabios,/ aunque dictatorial luego lo llamen.

Esto escuchaba un marisabidillo,/quijote desnortado de desagravios./ Y vino Franco y corrigió el examen.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios