Veinte años de estudios y cinco de carrera...

No hay nada más que leer, escuchar, comparar, para darse cuenta de que estamos ante una persona enferma; enferma de vanidad, de orgullo, de soberbia. Ante una persona que desprecia al pueblo, que desprecia a quienes no han hecho una Carrera en la Universidad, sin tener en cuenta que más enseña la Universidad de la Vida. Él, nuestro José Pablo, creo que poco ha vivido la época de la Dictadura, e incluso los primeros años de la Transición, cuando los estudiantes corrían delante de los grises, cuando nos manifestábamos para que hubiera amnistía total. Sinceramente, pienso que está en el PSOE al igual que podía estar en cualquier otro partido. Lo mismo que su compañero Gómez Sierra pidió su ingreso en IU y, como no le contestaron pronto, se fue al PSOE (Dios los cría y ellos se juntan). Las ideas, las ideologías no importan, desgraciadamente, lo que importa es el poder, el sillón, el buen salario, el mando en plaza...

Lo que oí sobre los 20 años de estudio y cinco de carrera ya me dejó sin reacción. Desprecia nuestro alcalde a quien no es como él. Puro fascismo, diría yo. Quien no tiene carrera universitaria no vale, no sabe, no tiene derechos... ¿Sabe el señor alcalde cuánto cuesta una carrera universitaria?. ¿Creerá que su padre, el churrero, ha pagado sus años de estudio con sus impuestos de autónomo?. No, José Pablo, ni tú ni tu padre habéis sufragado lo que cuesta tu ¿¿formación??, porque realmente dudo que tengas formación, al menos formación humana, humanística, formación para juntarte con tu pueblo. No hay más que verte que estás solo, que vas con tu fiel escudero, Juan, que los demás te dejan. Aunque es cierto que te adulan porque quieren conservar su sillón y demás prebendas, que pagamos todos los villalbinos. No es mentira, es la pura, dura y cruel realidad.

Y esto es lo que tenemos. Este es el alcalde al que hemos votado, un alcalde despreciativo, que no dice la verdad, que no se mezcla con el pueblo, que abusa de su estatus, que utiliza las medias verdades. Es lastimoso, pero es lo que tenemos.