Opiniones sobre la polémica intervención del alcalde villalbino en el último pleno
Estudios y Educación
Víctor M. Martínez
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
En el pleno celebrado por el Ayuntamiento de C. Villalba la pasada semana, tuvimos una muestra más de la prepotencia del alcalde, José Pablo González. Un edil de la oposición se atrevió a pedirle explicaciones acerca de un epígrafe correpondiente a una modificación presupuestaria, solicitándole que le aclarase el significado de dicha cuenta, ya que él no era economista ni contable y no le comprendía.
El alcalde, en lugar de explicárselo, le dijo muy ufano que los 20 años que él tenía de estudios y los cinco de carrera no se los iba a resumir para que el concejal, que no es licenciado, pudiera entender el significado de este epígrafe.
A José Pablo González habría que recordarle que él no nació con estudios, ya que estos se consiguen con el tiempo; ni nació alcalde, cargo que se gana y se pierde en las urnas. Y con lo que desde luego no nació es con la educación necesaria para ocupar una representación pública. Ahora empiezo a sospechar la razón por la cual decidió dedicarse a la política, y ésa no es otra que su falta de vocación como profesor en una Universidad privada a distancia, y no quiero imaginar lo mal profesional que tenía que ser a la hora de explicar a sus alumnos el temario. ¿Alguien se imagina las respuestas de nuestro alcalde a las preguntas de los alumnos?.
Ya en otro artículo dije que dudaba que fuera socialista, pero que estaba seguro de que nunca iba a ser obrero y que además tampoco iba a tener mucho aprecio a la clase trabajadora. Qué poco ha tardado en darme la razón, porque sólo alguien que reniegue del socialismo puede espetarle a otra persona los estudios que tiene o el dinero que gana. Creo que en la Agrupación socialista de Villalba deberían proporcionarle una biografía de Pablo Iglesias, para que empiece a conocer cuáles eran los orígenes del cofundador del PSOE y que repasase cuáles eran sus pensamientos, no vaya a ser que lo manden a septiembre por mal alumno.
José Pablo González lleva varios años subido al carro de la prepotencia y ya no hay quien lo baje de ahí. Dicen que cuando un presidente llega a la Moncloa sufre el llamado síndrome monclovita, del que ya no se recupera jamás, y hasta cierto punto es comprensible por la responsabilidad que tienen y lo adulados que se sienten, pero lo que le pasa al alcalde de Villalba es simple prepotencia y afán de aparentar ser un líder que nunca ha sido ni será. Mal camino lleva alardeando de todos sus años de estudios cuando siempre está tratando de convencer a la gente de que es uno más del pueblo.
A esto ha llegado nuestro alcalde, a tratar de humillar en público a sus opositores y a olvidarse de qué color es el carné de su partido. Pablo Iglesias dijo: “Por mucho que valgan las ideas, no pueden prosperar en el grado que deben si sus sostenedores, y principalmente los que ocupan las primeras filas, no son enteros, serios y morales. No sólo hacen adeptos los partidos con sus doctrinas, sino con los buenos ejemplos y la recta conducta de sus hombres”.
No es de extrañar que muchos villalbinos, políticos y hasta empresarios, estén empezando a dudar de la capacidad y autoridad moral de este señor para seguir gobernando una ciudad de 60.000 personas.
En la época romana, cuando un general vencía en una importante batalla, se celebraba el desfile del triunfo y en él, el comandante iba subido en un carro y justo detrás se situaba un esclavo que sujetaba una corona de laurel encima de la cabeza del ganador y le murmuraba al oído: “Recuerda que no eres un dios, sólo un simple mortal”. José Pablo debería recordar su condición humana.