Elbarómetro
Con legalidad, pero sin ética
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
El CUC Villalba ha perdido la explotación de los bares justo en los días clave de hacer caja, en Viajazz y Viacelta. Se calcula que el club dejará de ganar unos 45.000 euros, claves para cuadrar el presupuesto en Tercera División de un club que, además, acaba de federar tres equipos más de base y en breve deberá hacer frente a multitud de pagos federativos.
Vaya por delante que la decisión del Ayuntamiento está bendecida por la legalidad, pues una cláusula introducida como novedad en el contrato reserva al Consistorio 15 días anuales para disponer de los bares. Desde ese punto de vista, nada que objetar. Tampoco son reprochables ni la espectacular bajada del importe de salida, pues el concurso comenzó en 15.000 euros y terminó en 9.000, ni el hecho de que un particular se presente al concurso, ejerciendo su derecho, y lo gane en detrimento de una sociedad deportiva sin ánimo de lucro. Nada de eso. Lo ocurrido la semana pasada, insistimos, con la bendición de la legalidad, sí es susceptible de ser tildado de actuación carente de ética, pues resulta difícil entender cómo un Equipo de Gobierno que propaga su apuesta por el Deporte mutila dos de las cuatro fuentes de autofinanciación de un club de fútbol que vive un momento histórico en Tercera División, y que este año ha ascendido de categoría a cuatro de sus equipos de base. Máxime cuando el alcalde prometió apoyo institucional tras el ascenso, en el Salón de Plenos ante jugadores, técnicos y directivos. Como quiera que esto ocurre después de que al club le tengan un año esperando al concurso de la publicidad estática y de los retrasos en el cobro de las subvenciones, no podemos por menos que criticar una decisión que perjudica el fomento y el enriquecimiento de las actividades deportivas, con independencia del trasfondo, político o de otra índole, que pueda tener, y que además refleja a las claras una voluntad política muy distanciada de lo que entendemos por ayudar al Deporte. Desde luego, no basta con invertir 11 millones de euros en instalaciones. Hace falta gestión municipal y voluntad de dejar gestionar en los clubes, sin fiarlo todo al altruismo de los presidentes o a sus inversiones personales, porque nadie garantiza su perpetuidad en el tiempo. Esto último, aun siendo de perogrullo, es lo que debe entender un Ayuntamiento que mira al Deporte sólo de soslayo, aunque su aparato propagandístico diga lo contrario.